domingo, 23 de noviembre de 2008

El Cumpleañosh. Segunda Entrega

¿Qué es un cumpleañosh? Ambos compadres estaban celebrando algo que se llama cumpleañosh. ¿Pero qué es eso? ¿se comerá, se olerá, pasará así nomás o habrá que buscarlo? Caminó hasta Roberto Gómez ponderando el cumpleañosh y se metió a su cajita sin poder saber qué era el cumpleañosh. Tendría que suspender su viaje al sur de la ciudad, tendría que ir al parque, el que huele a pan chino, y ver si podía encontrar a aquel gato que había conocido hacía algunos días y que sabía muchas cosas. Sí. Él sabría qué es un cumpleañosh y le explicaría para qué sirve y por qué hace que la boca te huela tan, pero tan feo... y si para poder saber qué es, tiene uno que ponerse como los compadres, preferirá mejor no saber que es. Durmió soñando con los compadres, fue una verdadera pesadilla, la pesadilla del cumpleañosh...
Despertó sobresaltado, imaginando que tal vez el querer saber algo lo llevaría a algo desagradable en esta ocasión. No había podido sacar de su mente al par de perros y al cumpleañosh. Aun así, sin pensarlo mucho, guardó la cajita en un recoveco y se dirigió sin apuro al parque. El gato gordo gustaba de ir al parque a comer pajaritos, era un gran gato gordo color café y que hablaba con palabras chistosas y voz muy rara. Hablaba mucho de muchas cosas y admiraba mucho a los dos grandes gatos dorados que guardan el gran edificio. ¿Cómo se llamaban? Ah sí, “leones”.
Antes de comenzar su búsqueda del gato café, el gatito decidió ir a uno de los cafés de chinos por un almuerzo ligero. Ya antes había estado aquí y sabía que el hombre de color oscuro le daría algo de comer a cambio de un momento de ronroneos. Jamás supo por qué a aquel hombre le gustaba tanto oír su ronroneo. Al gatito jamás le molestó hacerlo para aquel hombre. Un rato después, atravesaba la calle y se internaba entre los matorrales del parque, levantaba la cara para poder captar el olor del gato, lo recordaba muy bien, era un olor dulzón, como a leche, mezclado con olor de periódicos.
No tardó mucho en detectar su esencia, mezclada con la de pajarillo. Trotó ligeramente hasta los matorrales que estaban al otro lado de la fuente y ahí estaba, relamiéndose los bigotes, sentado en unas cuantas plumas amarillas. Sin levantar la mirada y moviendo las orejas le dijo:
- Bien, bien, pero si es el cachorro viajante. ¿A qué debo el honor mi pequeño aventurero?
- Hola. Quisiera saber algo.- Dijo el gatito sentándose frente a él, e inclinando su cabeza a un lado.
- Algo, por definición, es nada cuando no se tiene el contexto adecuado mi querido tabby.
- No sé qué tengo, excepto una pregunta...- Dijo el gatito, sin intentar descifrar lo que el gato café le había dicho.
- Entonces no tienes algo, tienes una pregunta. Una pregunta ya es algo, finalmente, siempre has tenido entre patas lo que quieres saber, mi querido tabby.
- ...- El gatito no supo qué responder, si es que era una respuesta lo que debía decir.
- ¿Y bien tabby? Dispara.
- Cumpleañosh.
- ¿Cumpleañosh?
- Sí. ¿Qué es un cumpleañosh?...
- Mhm... estás completamente seguro, tabby, que no es cumpleaños, lo que quieres decir...[¿?]
- Ellos dijeron cumpleañoshhh
- Con que cumpleañoshhh ¿Uh? ¿Ellos quiénes tabby?
- Los compadres.
- ¿Cuáles compadres, tabby?
- Los perros.
- ¿Perros? ¿Los escuchaste hablar, tabby? A los perros...
- Sí, uno de ellos me echó su aliento, su aliento de cumpleañosh...
- ¿Te lo echó, tabby?
- Sí, y yo estornudé, y ellos salieron de un callejón, caminando chistoso y se pararon frente a mi. Dijeron cosas que no entendí y se felicitaron y dijeron shalud y shalud y cumpleañosh...
- Mhm... muy interesante tabby, muy interesante. No dejas de sorprenderme he escuchado las anécdotas más descabelladas y extrañas de ciudad Féliss, he vivido algunas, por los bigotes del gato rojo, pero tú, tan pequeño. No dejas de sorprenderme tabby. Sé que lo más estúpido del mundo es responder a una incógnita con otra, pero para los fines de mi explicación tendré que hacer una excepción debidamente justificada. Ahem, ¿qué edad tienes tabby?
El gatito se quedó sentado frente al gato, mirándolo, y movió su cabeza de un lado, al otro y entrecerró un ojo.

(Concluirá...)

1 comentario:

marvink009 dijo...

por favor que continuen las cronicas gatunas, soy una fan de esta saga asi como de los bellos bujos, bsos

El mejor lugar para leer.

El mejor lugar para leer.
Quien no entre al baño con una buena revista o libro ¿a qué entra?