miércoles, 24 de noviembre de 2010

Graindhouse

No existe palabra, que yo conozca, para definir o llamar en español al Grindhouse. No es ni fue un género bien visto en nuestro país. Recuerdo que algunas de esas películas, que no califican como serie B, pero tampoco eran pornográficas, llegaban a algunos cines que generalmente mostraban porno. Filmes de mal gusto, producidos con poco presupuesto que mostraban temas revueltos entre horror, explotación, sexo, acción ó aventuras adolescentes (mezcladas con las anteriores). Creo que es porque nunca fueron del agrado de la mayoría de la gente que jamás recibieron un mote. Muchas fueron a dar a los betas y ve-ache-eses de los antigüos VideoCentro y VideoVisión, aunado a los videclubes locales que había en cada ciudad, pueblo y rancho del país a mediados de los años ochenta. Estaban normalmente en la sección de terror o en la de acción. Filmes que mostraban generalmente algún tipo de violencia y que en mi consideración personal no calificaban como un género específico, excepto claro, el de grindhouse.
Algunos de estos filmes pisaban más un género específico y se volvieron cintas de culto que dejaban atrás su estatus de grindhouse, como Texas Chainsaw Massacre y me atrevo a calificar a Mad Max como una producción cercana a este subgénero. Lo que sucede es que ya estamos acostumbrados a ver estas películas dentro de un género más comercial y definido. Sin embargo observando bien su diseño de producción y temas, bien podrían caer en ese escaño. Los filmes grindhouse han sido traídos a la luz del mainstream gracias a Tarantino y Rodríguez quienes eran adolescentes en las épocas donde el grindhouse se proyectaba en cines vía los famosos double features que en México se llamaban simplemente permanencia voluntaria, ya que la función doble fue muchos años un hecho no promocional, así se programaban las pelis. Entrabas a las 4 pm (no habaía necesidad de checar horarios, a esa hora abría el cine) y salías a las 8 pm. Pasabas a la tiendita de junto o de camino a comprar refresco, dulces, papitas o bien en ocasiones había una señora junto al cine vendiendo semillas y otras cohinadas. Era bien ·grindhouse" entrar a la sala y que bajo tu asiento hubiera un cerrito de cáscaras de pepitas.
Mi papá cuenta SUS hitorias del cine, donde incluso ese señor de las semillas pasaba por los pasillos. Yo cuento las mías, además desde la perspectiva de un chamaco de pueblo que adoraba ir a ver una función doble de VanDamme o de artes marciales con el hoy (fílmicamente) occiso Jeff Speakman. Así que eso del grindhouse que es una gringada, a mí sencillamente me parece que son churros, o bodrios, que ofrecían violencia gratuita, escenas de sexo sin que calificaran como porno e historias incoherentes y sin trama que intentaron ocupar un espacio que en México durante esa década, (que como diría Dickens fue el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos), fue llenada por kilos de basura de los Hnos. Almada y las sexycomedias del Caballo Rojas y su tropa de adefesios fajoteando encueratrices[sic] al ritmo de música populachera.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Expectativa

"Déjenos ver película profe, porfa' porfa'..." fue la frase que comenzó todo. La peli que querían ver era Actividad Paranormal 2, una copia espantosa filmada con una videocámara en una sala de cine española y doblada al castellano. Mi respuetsa fue tajante "no, no les voy a dar tiempo de mi clase para ver basura y además basura mal copiada". Tristes tuvieron su clase de Pensamiento Crítico que ahora que lo pienso no les ha servido de nada si les emociona tanto ver actividad paradormir. Medité al respecto y puedo venir a mi espacio virtual y exponer mi hipótesis.
Estos adolescentes se ven emocionados ante un filme que a mi paecer no tiene nada qué ofrecer. Filmado en formato documental, muestra dos tipos de toma: La de cámara de seguridad y la de entrevista a los involucrados. Las de "miedo" son las primeras, y como son por la noche están filmadas con night shot en un espantoso verde que además hace que la calidad y textura del filme se redusca como si hubieran filmado con un teléfono móvil. Lo que les espanta (y se espantan, lo vi) es que una toma seguida de varios minutos que muestra a una pareja dormida en su recámara de repente se ve perturbada por movimientos "paranormales" como una sábana que se mueve "sola" o el hecho de que aparescan pisadas en talco esparcido por el piso.
Umberto Eco define una toma repetitiva como un nuevo tipo de pornigrafía. Una escena donde la cámara no se mueve pero más importante, los sucesos o actos dentro del encuadre tampoco se mueven. Es decir, no hay una trama, no hay suceción o secuencia de actos que muevan la historia. En resumidas palabras, no hay diégesis.
La mayoría de las tomas de ambos filmes (el primero tuve la mala idea de verle) son pornográficas, un sólo encuadre y un par de personas dormidas sin que suceda algo. Porque ver como parecen pisadas en talco o que les quiten la sábana no mueve ningún hilo de la trama, no nos conduce a ningúna narración. Lo que buscamos con el arte cinematográfico es una secuencia de tomas, editadas entre sí, para acomodar una narración que de acuerdo al sentido del guión y/o la dirección nos transporte a través del desarrollo diegético de los personajes y los sucesos que realizan o en los que se ven inmersos para el desarrollo de una introducción, un desarrollo, un nudo y finalmente un desenlace. Tenemos más de dos mil años contando historias y el Ars Poetica igual cantidad de tiempo explicándonos cómo funciona dicho ejercicio de contar cuentos. Ha sido tarea de miríadas de filósofos, filólogos y artistas perfeccionar este arte para que actualmente tengamos en las salas de cine una expresión fílmica carente de una trama. Es como una colección de gags, o chistes pero que se supone dan miedo.
La Risa en Vacaciones se convierte en El Miedo en La Recámara. Genial. Ahí es donde entra el dicho "en gustos se rompen géneros", y no voy a hablar en contra de quienes disfruten una peli sin historia, sin fotografía y básicamente sin edición, porque tiene sentido que unos adolescentes puedan disfrutar de algo tan deshilvanado si sus vidas son una colección de snapshots malpegados y hechos con mensajes de texto, comentarios en el muro del facebook y pláticas variopintas de chismes escolares. La hipótesis plantea que les gusta espantarse con esa colección de momentos de "espantos" que toman como ciertos cuando es una producción más de hollywood (y una mala producción) y que su inexperiencia, ya sea por la edad o su propia ignorancia no les permite darse cuenta que ese tipo de filmes no tienen chiste alguno. Todavía en mi época post-adolescente la Bruja de Blair aún si mal filmada y editada mediocremente narraba una historia que no concluía, pero tenía movimiento. Este subgénero mediocre ha decaído mucho, provocando que miles de adolescentes (y adultos con esa mentalidad) se entretengan con filmes que sólo me hacen concluir que estas personitas no leen. La lectura construye la necesidad de una hilación y coherencia entre los actos y etapas de una narración. Es cine para las masas iletradas.

martes, 2 de noviembre de 2010

Los Muertos Caminantes

Ayer por la noche, 1 de Noviembre, transmitieron por FOX en México el primer episodio de la serie The Walking Dead producida y dirigida por Frank Darabont. Todos los aciertos que esta serie tiene están en su contra. La razón por la que digo esto es porque los zombies siempre fueron un tema "underground" un sub-género jamás respetado y siempre hecho a un lado. Desde las épocas de EC comics con Tales Of Horror que incluían temas de profanadores de tumbas y asuntos similares ha sido un asunto de literatura barata, cine serie B y hasta hace unos años, nadie se había tomado la molestia de crear literatura al respecto, excepto quizá los clásicos góticos y los Pulp al estilo de Robert E. Howard.
Crear historias de muertos reanimados fue mucho tiempo un tema tabú, considerado violento pero además algo contra-natura, atentando contra muchas creencias religiosas (de manera irónica ya que el cristianismo cree en la resurrección) y sobre todo el respeto que tiene para con los difuntos. Este tipo de género cinematográfico tuvo en un principio esencia terrorífica impertinente, para irse dando a nivel de parodia humana, contraponiéndose a manera de puesta en el espejo de carnaval. Recordèmos que el carnaval es todo alrevés y es siempre previo a la celebración religiosa del ayuno de cuaresma. Victor Hugo represanta el carnaval con la elección del Rey de los Tontos, el jorobado campanero de Notre Damme, y filmes como Carnival Of Souls sigue ese corte carnavalesco como figura literaria. El Thanatos ya no como una reflexión filosófica (Yorick en la mano del príncipe) sino como algo mucho más mundano, un tope o barrera a la verdadera resurrección y al rito de pasaje más antigûo de la humanidad. La transición de esta vida a la ulterior.
Es por ello que esas primeras películas de zombies no eran "populares" ni bien vistas, no tenían público amplio, y al no haber demanda, no había tampoco oferta, lo que provocaba que fuese un producto de bajo presupuesto y en muchas ocasiones sin un guión decente. El morbo de Hershell Gordon Lewis con la sangre, el choqueante cine exploitation de un Wes Craven en Last House On The Left, un Mario Baba, Dario Argento, quizá incluso un Lucio Fulci, un Roger Corman y en épocas más modernas, John Carpenter. Morbo y shock, eso era lo que vendían estos filmes hasta que Romero introdujo el elemento social, satírico, aunque en un principio bajo una espesa capa de sangre e intestinos. Se vendía, pero como la pornografía, a un público específico, no era mainstream, no era parte de la cartelera a todo público. México tenía su Grindhouse en los cines porno que a veces pasaban pelis de explotación y gore en exhibiciones dobles de permanencia voluntaria.
La TV, antes cuna de guiones baratos y producciónes Low Fidelity (entretenidos, ingenuos y divertidos), hoy es semillero de grandes producciones para la creación de excelentes pedazos de mierda que se ven apetitosos, pero cuando los consumes es pura espuma, como la cocina molecular de los Chefs europeos. Sin sustancia, sin contenido. The Walking Dead tiene dos talentos, Tattersall en la foto y a Darabont en la dirección, y se ve como una hamburguesa en el exhibidor luminoso sobre la cabeza del adolescente barriento, pero cuando te la sirven y la muerdes, sabe bien, pero no tan bien. Para cuando llegas al último bocado te das cuenta que no estuvo ni siquiera tan buena como cuando diste esa primer mordida.
Justo hoy que no trabajé creí no había nada en la TV, sin embargo nunca hay nada, sólo que a la hora que estoy en casa me "obligo" a creer que veo algo bueno para justificar que la veo cuando tengo tiempo. Por la mañana, al medio día, es lo mismo que a las ocho, nueve de la noche. Pero es la basura hueca a la que estoy acostumbrado, cuyo consumo justifico porque no tengo más opción... excepto apagarla.
The Walking Dead es una buena serie, mientras esté junto a otras series. No puedo negarlo. Me gusta de hecho, y seguiré viéndola mientras la pueda bajar (no más verla en FOX censurada). Sin embargo es como mi época de Rammstein, es una mala banda, pero una mala banda que me gusta. No puedo decir que The Walking Dead es una buena serie de zombies, específicamente bajo el género, no lo es. La TV, hoy en día, tiene la capacidad de mejorarlo todo, sube los estándares de calidad a niveles muy altos... bajo ciertos parámetros. Bajo otros, echa a perder las cosas de manera colosal, les quita el "filo", les quita lo "sucio"... y hay cosas que deberían permanecer en su nicho.

El mejor lugar para leer.

El mejor lugar para leer.
Quien no entre al baño con una buena revista o libro ¿a qué entra?