jueves, 5 de agosto de 2010

Concepción Onírica

Vi por segunda vez Inception, mi reseña cinematográfica la pueden encontrar en El Atrio, pero resulta que a veces ese espacio no alcanza para poner todas las letras que quiero poner en la pantalla, ante ustedes. Tenía algo relegado este espacio así que decidía explayar aquí esos conceptos que no concuerdan del todo con el tono de una reseña. Si ya vieron la Peli se habrán dado cuenta que el concepto va más allá de simplemente la creación de mundos enteros oníricos basados en el diseño conciente. Los niveles de sueños, cual círculo del infierno, mientras más se adentran van avanzando (o retrocediendo) a partes de nuestro subconsciente donde se puede plantar una idea. Hacer una concepción. Debido a que es ahí donde pueden encontrar suelo fértil y subir a los niveles de la conciencia donde puede ser expresada en actos palpables. Pero de acuerdo a Nolan el último nivel, el sótano por así decirlo, es uno donde te pierdes si tu Yo no encuentra ya su regreso a tu cuerpo anclado a la realidad. El limbo, como lo exponen en el filme. Si uno se pierde en espacio soñado no diseñado y ahí convergen todas esas esencias (Yos) perdidas, estamos hablando de un lugar que es entonces, un subconsciente colectivo. La materia primigenia de la que están hechas todas las mentes, donde surgen todas las ideas, donde encuentran una planta como la de Juanito y las Habichuelas Mágicas y trepan hasta llegar a donde está el gigante, que consiente, realizará tareas que en ese subconsciente colectivo se queda únicamente como un sueño. Esto implica asimismo que todos tenemos el mismo potencial de encontrar La idea en ese vasto mundo donde te podrías perder construyendo y derribando conceptos que ni siquiera son tuyos. Existen, per se. Pero, al mismo tiempo, no; porque está en el nivel más bajo del subconsciente. De esta manera uno puede bajar a este lugar primigenio y plantar una idea, en nosotros mismos, crearla, construirla y luego encontrar el camino de regreso para realizarla. Ergo, por eso hay tantas ideas similares, por eso, no hay nada nuevo bajo el sol. Es como la biblioteca de la que hablaba Borges donde está todo lo que ha existido y todo lo que existirá. Es también esa playa de la película como el Libro de Arena y se te escapa entre las manos como cuando sueñas que encuentras algo preciado y por alguna razón sinrazón no puedes asirla o mantenerla contigo. Ahí abajo tomar la idea de otro no es robar. Ya que todas las ideas y construcciones son de todos, del colectivo subconsciente. Lo truculento es regresar y llevar a cabo la idea en el plano "consciente" de la realidad, y hacerlo con talento. Quien roba ideas concientemente, en el plano de la realidad o el primer plano del sueño, en realidad sólo está vistiendo una mona de seda, si es que siquiera logra que sea seda. Así que una de las cosas con las que me quedo luego de ver Inception es eso, que la genialidad no está en construir ideas yendo al limbo y jugar a ser dioses con el caldo primario de la existencia. La genialidad y el talento está en que tu idea sobreviva el viaje de regreso (¿o de ida?) al mundo donde podemos disfrutarlas orgaonlépticamente, a través de la percepción sensible física.
Diego Mendoza.
Ago 5, 2010.

El mejor lugar para leer.

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Quien no entre al baño con una buena revista o libro ¿a qué entra?