miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿juay the rito?

Esos locos, locos rituales.
La vida de todo ser humano está llena de rituales. Cada uno de estos ritos representa una parte esencial de la psique humana, nos mantiene en una estructura de conducta que reafirma o verifica que somos parte de un colectivo, consciente o inconsciente. Heredado o creado pero además creado con base en rituales establecidos aunque no nos demos cuenta. Religiosos, sociales, familiares, deportivos, académicos y una retahíla muy larga. Nadie escapa a un rito, impuesto o escogido, consciente o inconsciente.
La rebelión.
Muchos nos rebelamos ante esos protocolos por mero espítiru de romper con algo y sentir esa satisfacción de no pertenecer a un grupo donde probablemente hay personas con las que no sentimos tener nada en comín excepto ese rito, o bien sólo porque en determinado momento no significa ya nada para nosotros. Deja de tener sentido realizar ese rito. Este rebelarse suele llegar en la adolescencia o preadolescencia cuando queremos desafiar las costumbres de nuestros padre y profesores, de aquellas figuras de autoridad que, según nosotros, sofocan nuestro ser. Irónicamente muy pocos dejan de celebrar el rito del cumpleaños.
La Cultura.
Es un hecho antropológico que los ritos están para preservar y transmitir una serie de valores. La cultura es un caldo de riqueza humana que se nos transmite de variadas maneras y una de las más importantes es el ritual. Comienza con el desarrollo humano, el crecimiento, los cambios biológicos. La primer palabra, el primer diente y demás asuntos fisiológicos. Luego vienen las convencionalidades del primer día de escuela y subsecuentes experiencias primerizas, los cumpleaños cada año. Habrá quien no les dé importancia, pero ahí están y algunas son indelebles al olvido. Somos seres hechos de recuerdos y el rito se impone en una mezcla de cosas que vemos, que nos enseñan, que vivimos y experimentamos aunado a lo que nos imponen.
La segunda rebeldía.
Cuando eres un joven adulto y la química cerebral se asienta, las características del carácrter y la personalidad se van estableciendo y surge una nueva rebeldía más encausada, consciente. Busca ahora dejar atrás la edad adolescente, siente que su vida tiene propósito y con mejor razonamiento decide qué ritos seguir y cuales desechar. Esta es la etapa más interesante porque de inmediato si el sujeto tiene cierto nivel de inteligencia descartará calquier rito llevado a cabo por los grupos de gente que considere ignorante. En la búsqueda de identidad ahora sin tener que ser reconocido por un grupo pero debe reconocerse a sí mismo como un ser que se define por ciertos elementos, sus rituales incluidos. Pasa, de ser inteligente, de la heteronomía a la autonomía, conciente de quienes le rodean y las miradas que recibe, ignorándolas o tomándolas en cuenta. Dejar un rito es tan importante como adquirirlo (yo no celebré mi cumpleaños varios años).
Los ritos socio-religiosos.
Es lo más normal desechar en primer lugar los ritos religiosos, nuestra inteligencia nos indica que no hay nada que justifique la existencia de una deidad que a ojos vista jamás hace aquello que predican quienes son creyentes. Sumamos el hecho de que la mayoría de las personas que profesan esos actos divinos inexistentes son ignorantes, muchas pertecientes a grupos minoritarios, indígenas, campesinos, gente de la tercera edad y fanáticos que suelen sonar insensatos con sus afirmaciones. Son factores para decidir no seguir con los ritos de una institución a donde se acerca gente que aparentemente carece de sentido común, inteligencia o grado académico. Lo más interesante de esto que escribo, es que en la mayoría de los casos, es absolutamente cierto.
Ritos a fortioris.
Yo voy a la iglesía cada fin de mes de junio. Mi abuela cumple años de muerta y es un rito acompañar a mi madre cada año, quizá porque no estuve junto a ella en la primer misa, cuando murió. No estuve ahí porque pensaba que era absurdo, que no tenía sentido y estaba lleno de gente cuyas ideas me parecían ridículas. Lo sigo pensando, pero iría al rito, por solidaridad. El orgullo intelectual e ideológico no sirve de mucho frente a la tragedia humana.
Fui a las pláticas para Bautizmo porque mi hermana me pidió participar en el rito para mi sobrina. Esa plática la dio un señor común y corriente que sabía poco o nada de teología, que criticó mi Biblia (escogida por razones filológicas) y que nos dijo una serie de cosas que ya no puedo recordar pues en realidad no había un objetivo sólido tras ese ejercicio. Hoy que mi sobrina tiene 16 meses puedo ver la importancia del rito, no el religioso, el rito de ser un segundo padre para ella. Es una responsabilidad que pude haber asumido sin rito. El rito le da valor. No por el rito mismo, sino porque yo lo llevé a cabo.
Ahora me tocó ir con Kim dos semanas a pláticas matrimoinales. Impartidas por una persona que tampoco demostró amplio conocimiento en la Bíblia, o la vida de Jesús, tampoco parecía muy versado en la vida marital. Se confirmaba lo que escribí arriba. En la iglesia a veces se encuentra uno con personas de poco criterio y sin mucho sentido de reflexión. Si hay un Dios, ahí no lo iba a encontrar, se los aseguro. Da miedo ver que hay gente con ideas que a oídos "educados" suenan a supercherías y malas interpretaciones del texto con más posibles interpretaciones en la historia de la literatura.
Abogado del Diablo.
Algo aprendí en esos días y es que el rito no lo hace una comunidad, una institución o un grupo social. El rito lo hace uno. Otra lección aprendida, sin importar qué tan absurdo pueda parecer el rito, que tan trastocado pueda llegar a ser a través de siglos de repetición insensata, el rito cimienta un acto si tú decides que el rito tenga relevancia por el hecho de que tiene tu voluntad detrás de él. Las pláticas matrimoniales fueron una tortura "intelectual", un martirio de malas interpretaciones de la vida de Jesús, de comentarios chabacanos, anécdotas instrascendentes y ceguera social. Pero llevarlas a cabo tuvo sentido. Yo sería igual a quienes dan pláticas si no le encontrara sentido. Sería un obtuso, además de intolerante si no viera con claridad que el rito que voy a realizar con Kim es trascendente.
Hay mucho simbolismo detrás de una boda religiosa, eso es lo que sabemos los que estamos "educados" y los que nos sentimos cultos, porque leìmos un poco, porque somos concientes y por supuesto porque quienes la realizan son todos los mencionados arriba. Bah, uno no es "mocho", ni fanático, no somos de la tercera edad ni parte de una minoría social, algunos ni siquiera creen en Dios, entonces ¿por qué llevarla a cabo?...
Porque construye. Porque da forma, de ahí el concepto "formalizar".
Los que tenemos un poco de educación (académica) sabemos que para que haya fondo debe haber forma. Tenemos un postgrado y ahí leímos a Levi-Strauss, Saussure, Eco, Giraud, Ricoeur y hasta a Baudrillard en cuestiones de Simulacro. Hemos leído tanto, conscientizado tanto, reflexionado años para poder inteligir incluso que no hay un Dios y que todos esos autores bíblicos eran fanáticos religiosos porque no fueron hombres de ciencia como los mencionados pocas palabras antes, quienes saben que la forma lo es todo para que haya significado. Si yo voy a compartir mi vida con Kim entonces ¿requiero de forma alguna?, o nomás nos juntamos y ya. La esencia ahí está, el contenido, el fondo. La sustancia, pues es la del amor, o la del compromiso de mi palabra, de comunicarle lo que siento, el fondo está pues.
Si algo aprendí en unas pláticas mal estructuradas es que el contenido, el fondo, corre el riesgo enorme de derramarse si no hay forma. Formalizar un contrato social, o un enamoramiento, o como le quiera llamar cada grupo según su cultura, adquiere firmeza a través de un rito que le da forma. La formalización de un acuerdo. Más allá de un documento, que nos va a expedir el gobierno mexicano, más allá de un templo y un representante de una deidad de la que algunos dudan y otros profesan sin conocimiento de causa. Más allá de nuestros amigos, creyentes, ateos y anexos quienes estarán ahí para ver dicha formalización. Ese rito, no sólo significa lo que ha significado para una religión que yo no comparto ni ejerzo por completo (por incoherente) pero el rito no es absurdo ¡porque le da forma!
Sí, pero No.
Ritos, rituales. Ver un partido deportivo, obtener un grado académico, un acto de higiene, un acto personal frente a otro, u otros, es un compromiso, por eso es ritualesco, por eso nos brinda seguridad, porque nos hace sentir que el fondo tiene forma, o como diría Giraud, Materia, Sustancia y Forma. Lo importante no es si hay un Dios, tampoco balconear al señor de las pláticas ni a los pobres que estábamos ahí, puedo criticar amplia y largamente la religión organizada y la institución que le representa, pero no tiene sentido pues si estás leyendo esto seguramente ya lo sabes. Todo fue dicho para poder transmitir un mensaje muy sencillo: Haz las cosas bien. Hacerlas bien implica tener un ritual, implica empeñar tiempo, energía (dinero también), voluntad y si no significa nada para ti, si no tiene importancia, lo importante no es en sí el fondo que le dan otros, es la forma, el fondo lo pones tú. Formaliza tu voluntad, tu compromiso.

El protocolo que a veces puede resultar engorroso, que muchas veces está en manos de quienes no lo entienden pero lo repiten ad nauseaum no tiene porque adentrate a un mundo absurdo si lo adentras a tu consciencia y le demuestras a los demás que lo hiciste proque la formalización de las cosas, (el darle forma), es importante. Si tiene forma de triángulo, es un triángulo porque el rito lo forma así, el fondo es el que decidas aún si otros lo quieren determinar, ese se lo das tú, a través del rito.


lunes, 11 de julio de 2011

Queremos chula a La Chula.


Viví por espacio de ocho años en una de las ciudades más caóticas de la república. El Distrito Federal es una verdadera jungla de asfalto, donde no todo es grandes edificios y anchas avenidas, también hay raudales de callecitas llenas de casas de interés social, unidades habitacionales y mercados populares donde se pueden conseguir desde las verduras para el mandado hasta animales exóticos y estupefacientes. Escuchaba historias de asaltos, robos, accidentes e injusticias pero nunca me tocó vivirlo afortunadamente. No negaré que siento gran afecto por la ciudad de México por muchas razones, pero siempre me ha puesto nervioso, como salir con alguien que en cualquier momento se volteará y te dará un susto. Salí de ahí hace casi diez años, ileso, y regreso con regularidad con un incrementado sentimiento de suspicacia que no hace mis visitas cómodas del todo.
Puebla es mi ciudad adpotiva. La conozco de toda mi vida, mejor aún que el D.F. y puedo afirmar que vive a la altura de su epíteto: Chula. Mis mejores amigos viven ahí y cariñosamente así le llamamos, La Chula. Siempre ha sabido cobijarnos con su bella arquitectura, sus lugares artísticos, históricos, hermosas iglesias, una gastronomía envidiable y sobre todo porque salir a caminar sus calles siempre ha sido un verdadero placer. El poblano siempre ha sido un ciudadano orgulloso de su bella urbe y lo demuestra ciudándola.
Lo que no entiendo es cómo en los últimos años ha empeorado la siutación de trato entre los poblanos de la capital. A qué me refiero con tan umbría expresión. Amigos, familia, conocidos han sido víctimas de robos, asaltos y violencia en las coloniales calles de la Chula que se vuelve horrenda cuando te enteras que a una persona cerca a ti la han asaltado dejando sólo un manojo de nervios y un miedo, que se anuda en el estómago, a retomar las calles donde un conciudadano, si se le puede llamar así, te despojó impunemente de tus cosas, de tu dignidad. Peor aún, que mancilla el nombre de La Chula.
No voy a decir "hagámos algo" porque es un imperativo hueco, no incita a nada. Además da pie a un "pues no es mi problema, por qué he de hacer algo". Si queremos chula a La Chula debemos ser específicos en las acciones que podríamos tomar. Si en algo nos distinguimos los poblanos es en ese orgullo de ser ciudadanos poblanos, demostrémoslo no siendo indiferentes ante un grito de auxilio. Cuidémos unos a los otros, estemos siempre atentos a lo que sucede a nuestro alrededor. Uno de los modus operandi clásicos de los enemigos de la Chula es distraerte para sustraer tu cartera. Sospecha de personas que no sean corteses, quien te "corte" el paso o te estorbe. Los demás, seámos más corteses, demostremos que los poblanos no somos personas de quién sospechar.
Si trabajas en un comercio, chico, mediano o un súper, no dudes jamás en pedir una identificación cuando te paguen con una tarjeta de crédito o débito, especialmente si son compras de electrodomésticos, televisores y pantallas. Si estamos haciendo fila en el súper y no nos la piden, amablemente hagámosle saber al cajero que se le olvidó pedir la identificación. No nos vamos a estar reprochando los unos a los otros, sencillamente vamos a crear una comunidad, más unida, mejor informada, sustentada en la cortesía poblana.
Démosle siempre unos pesos al señor que está en los estacionamientos de los centros comerciales y lugares públicos, un buenas tardes sumado a un gracias los hará sentirse más unidos, parte de la comunidad y eso creará confianza y respeto. La criminalidad encuentra oportunidad en sociedades fracturadas y Puebla está muy lejos de ser como el D.F. donde muchos ya no siente arraigo u orgullo por haber nacido ahí, o como en mi caso, adoptado por esta hermosa Ciudad que da mucho y lo únco que pide es que seamos una comunidad.
El frente común es ser mejores personas, vamos a convertir el "hagámos algo" en vernos más allá de nuestras diferencias y reconocernos [todos] como poblanos, como ciudadanos corteses, honestos y amables de La Chula para que esta siga así. No dejemos que los criminales encuentren grietas en nuestra comunidad, apoyémonos más. Con acciones sencillas la comunidad se irá integrando y eso le hará muy difícil la tarea a los malandrines. No escribo esto para que lo envíes como forward, si lo encontraste útil compártelo. Lo escribí porque son muchos (uno es demasiado, lamentablemente son más) los amigos, familiares y conocidos que han sido víctimas de un asalto o robo y no quiero ya escuchar un "hagámos algo", lo que de verdad quiero es ver chula a La Chula.

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martes, 7 de junio de 2011

Inmortal

Mientras hacía zapping por la televisión en un canal de películas estaba el teñido Colin Farrell interpretando a Alejandro Magno en una escena donde Jared Leto (Hefestión) narraba ciertos pormenores de la conquista y batalla. Por razones inescrutables en mi mente apareció una idea. Inmortalidad.
No la inmortalidad que buscaron los cazadores del Cáliz Sagrado ni los que fueron en pos la Fuente de la Juventud, no; la inmortalidad que buscó Alejandro, que encontró Aquiles, que tiene siempre presente en nuestra mente a Leónidas. Seres imortales que buscaron serlo a través de ser, como diría el inmortal Cyrano, el mejor en todo, o mínimamente el mejor en algo.
Yo mismo me he preguntado si vale la pena el esfuerzo de la vida inmortal, los sacrificios y la lucha. La respuesta es realmente simple: sí. La vida inmortal es el sueño de muchos seres humanos y la única manera de alcanzarla es ser el mejor en algo, ser el mejor en todo... y asegurarte que la mayor cantidad de gente posible lo sepa. Es una lucha diaria por ser excelso, por superar todo lo que nos limita y nos hace comunes. Alcanzar la inmortalidad es dejar atrás lo común.
Humildemente acepto el reto de intentar el logro de esa inmortalidad que sólo un puñado ha logrado. Aceptando que no soy un Beethoven, ni un Julio César y definitivamente menos un Cervantes. Lo que me llena de asombro es cuánta gente lleva a cabo vidas sin sentido, vidas que no serán inmortales (como la mía) pero que ni siquiera entienden ni conciben que se puede llegar a ser inmortal. Vidas sin conciencia de vida. Seres que no son, pero están.
Vidas que respiran pero no tienen alma. Seres que no vivirán ni siquiera en la memoria de sus descendientes porque van por el mundo con una inhercia que recibieron el día que fueron paridos y que les mantiene medio andando, medio haciendo y medio viviendo. Cuando pienso que no todos podemos ser Marco Aurelio e intentar conquistar Germania, recuerdo a mis bisabuelos que viven, inmortales, en mi memoria y en las anécdotas de los actos que llevaron a cabo. Destacados pues su intensión siempre fue vivir la vida, quizá no una vida en grande, Magna, pero sí una con sentido y propósito.
Todos deberíamos pensar que tenemos el potencial de ser alguien, de alcanzar la inmortalidad a través de nuestros actos porque de otra forma ¿para qué vivir? y teniendo esa conciencia nuestros propósitos mejorarían axiológicamente pues nadie quiere llevar una vida inmortal de paria, nadie quiere ser Judas Iscariote ni Herodes Antipas.
Ese es asunto pra otra reflexión filosófica, ya que Judas no tuvo intensiones de ser inmortal ni mucho menos de causarle daño al Maestro, y Hitler realmente creía que estaba haciendo un bien al buscar el progreso del pueblo Alemán (a expensas de otros, claro). de haber vivido Hitler en la época de Alexandros, de Mardonio y Pausanias quizá sería recordado de otra manera. La imortalidad es, también, un capricho de la memoria humana.
Es un riesgo que vale la pena correr, siempre.


miércoles, 25 de mayo de 2011

El águila

Cada mañana de lunes es lo mismo, la pornográfica repetición de un ritual que ha perdido sentido, se forman los muchachos; ninguno quiere estar adelante por razones que van más allá de mi comprensión (yo siempre estuve atrás, queriendo estar delante), se dicen chistesitos y rara vez sacan las manitas de las bolsas del pantalón. Las niñas de la escolta en una marcha a medias (no vaya a ser que enseñen mucha pierna) recorren el reducido patio mientras la que porta la bandera (que técnicamente no pertenece a la escolta, pues es la escoltada) cuchichea con la de junto y en el momento en que dan la espalda a los profes sonríen por alguna intrascendencia adolescente que les causa algún tipo de gracia. No puedo decir que entonamos el himno Nacional, digamos que lo balbuceamos, escucho que los alumnos ni siquiera pronuncian adecuadamjente algunas frases "y retiemblen sus centros" "ciñe oh patria en tus sienes" "profanar con sus plantas su suelo" además les he preguntado qué significa, por poner un ejemplo muy simple "bridón" y ninguno, cero por ciento, lo sabe. A lo lejos, los estudiantes de licenciatura (trabajo en una escuela mixta) ríen y echan relajo mientras termina nuestra "ceremonia" esperando que el chamaco que lee el "programa" termine de tropezarse con cara palabra que no entiende de las veinte que conforman el discurso, para seguir jugando futbol en la canchita-por-el-momento-convertida-en-plaza-cívica.
Cuando era niño, mi abuelo nos hacía ponernos de pie si en la TV ponían el himno Nacional. Creo que exageraba un poco, hoy no me pongo de pie si escucho el himno en la TV, pero definitivamente lo haría ante cualquier evento cívico propio o ajeno y guardaría la mejor compostura que la circunstancia me permitiese. Pero, ¿por qué?.
A caso soy fiel patriota, quizá soy uno de esos mexicanos que quiere a su país por sobre todas las naciones, podría ser que a mi edad la repetición de tantos años como estudiante simplemente está en mi ADN, en mi subconciente, tal vez soy un mexicano que sabe lo suficiente de historia nacional para saber no sólo lo que significa el himno nacional sino incluso su origen... vaya, todos hemos visto la película y conocemos el clásico mito histórico de que la novia de González Bocanegra lo encerró a terminarlo y que Nunó ni mexicano era. En conclusión creo que ninguna de las razones anteriores me hace sentir respeto por la bandera y el himno. Porque lo siento. 
No fue la educación de mi abuelo ni la repetición ad nauseaum, no soy un mexicano tradicionalista y mucho menos nacionalista. No le echo porras a la selección nacional (ni me siento identificado) ni exclamo "ganamos" cuando algún destacado deportista obtiene una medalla en las Olimpiadas. No siento feo que haya mexicanos muertos en desastres naturales ocurridos en el extranjero ni me preocupan los que viven en lugares donde estalla una guerra. Demonios, no me interesa lo que haga mi vecino. Luego entonces, por qué este tipo siente que cantar el himno significa algo, que esa bandera es un blasón que representa ciertos valores.
Debe ser, y conjeturo, que he leído lo suficiente como saber que detrás de esos símbolos (no, no en el sentido monográfico), de esos signos semióticos, hay actos trascendentes que definieron lo que es mi casa.
Miguel Hernández en su Canción Última lo dice mejor de lo que yo podría explicarlo jamás: "Pintada, no vacía, pintada está mi casa / Del color de las grandes, pasiones y desgracias" Esos colores son el verde, el blanco y el rojo, y no, no en el sentido poético de concursillo de declamación de escuela oficial. En el sentido más humano posible, en el sentido que tiene la vida cuando necesitamos poner todo lo acontecido en un signo que puedas admirar, no con admiración de idolatría, con admiración estética, de aprecio, de un alma humana a otra, a muchas. Si leyeron Historia de Dos Ciudades sabrán lo que es esa emoción de leer la toma de la Bastilla, y lo mismo sucede al leer, por poner un ejemplo, Corazón de Piedra Verde o Tierra de Volcanes (irónico escritos por extranjeros) y enterarse, si bien de manera parcial y editada, de lo que fue construir una Nación. No es la mejor ni la más grande, pero diantres es nuestra casa. No la amo, no puedo decir "yo amo a México", por principio porque es un abstracto cultural que divide y separa a los seres humanos de los países del sur y del norte (de otros continentes también) e impide que seamos todos iguales. Pero es genial saber que si cada nación tiene su historia de lucha, sus pasiones y sus desgracias, aquí hubo personas cercanas, parientes tuyos, que fueron parte de esas historias que movieron a que tengamos narraciones maravillosas y una cultura de la que sí podemos sentirnos orgullosos.
Qué lástima que la transmisión de toda ese cúmulo (porque es exagerado tacharlo de riqueza) de elementos culturales sea a través de la repetición sin sentido, mecánica y desganada. Sin embargo, dijo Sócrates que "el que sabe lo correcto actuará correctamente" y creo que si yo puedo cantar el himno cada lunes de manera consuetudinaria y sentir como retumban los cañones en mi imaginación es porque tiene sentido, es decir, sé bien lo que dice, lo que expresa, lo que hay detrás y todas esas pasiones y desgracias no se van a borrar de mi ser nunca, mi cultura, comenzando por algo tan simple como mi dioma, son perennes. No soy mexicano, tengo una conciencia mexicana, que es distinto. Al mismo tiempo, no reniego de mi mexicaneidad, pero tampoco puedo decirme mexicano si en mi cultura (que me hace quien soy, me define) hay otros muchos colores. Mi casa cultural y espiritual está pintada con los colores de otras naciones, algunas incluso ficticias. Mi pensar construido a través del pensamiento griego y oriental, sumado a cientos de referencias más de tamaños varios. Siempre en continua contrucción y modificación.
No puedo decir que soy mexicano porque no es honesto. Eso sería limitarme y delimitarme en un conjunto cultural del que soy parte pero no exclusivo. Soy un ser humano, nacido en esta casa llamada México, pintada, no vacía, del color de las grandes pasiones y desgracias.

martes, 24 de mayo de 2011

Literatura Zombie

Tiene algunos años que me interesé en el género de los zombies. Comenzó con filmes de horror como Night Of The Living Dead y sus secuelas, así como otras joyas del cine, Cemetery Man, Evil Dead, White Zombie, etc. Como buen lector del cine pasó a la literatura y fue que comencé a leer novelas de zombies donde descubrí que el género se divide en otros subgéneros que pueden o no estar bien escritos. Por bien escrito me refiero al viejo criterio de McLuhan sobre la complejidad del contenido y su codificación. Me atraen las historias con tramas bien construidas, personajes tridimensionales y además situaciones verosímiles, o tan creíble como puede ser un mundo zombie.
No recuerdo en qué orden los leí, así que los reseñaré muy brevemente en el orden que me parecen más interesantes y bien escritos. Patient Zero de Jonathan Maberry es una de las mejores obras de zombies que he leído, es una novela de acción principalmente que narra las aventuras de Joe Ledger un policía, ex militar que es contratado por una agencia supresecreta para detener la amenaza zombie y luchas contra terroristas. Una trama muy bien hecha, con personajes geniales aunque estereotípicos es como ver una película de acción con todos tus actores favoritos, no, mejor que eso porque tú te los imaginas. Es una gran novela. Me encanta.
Guerra Mundial Z de Max Brooks es uno de los libros que consagra el género, parece una obra epistolar que recoge las vivencias de múltiples testigos al rededor del mundo sobre su experiencia contra los zombies en un mundo post-apocalíptico, muy bien escrito y con una variedad enorme de estilos que delimitan las historias que conjuntan una gran trama hacen de este libro una adquisición necesaria en la literatura zombie.
Descansa en paz es una obra realmente bizarra, pero sobre todo horrorífica que escribe el sueco John Ajvide Lindqvist sobre lo que sucedería si los muertos salieran de sus tumbas sin la carnicería de personificarlos como caníbales. Es de un terror psicológico que me hizo estremecerme como pocos libros lo han hecho. Está traducido del sueco y aunque es notorio que tiene dos o tres adaptaciones sigue siendo un libro fuera de lo común debido a que en Suecia la reacción ante un evento de ese tipo es bien diferente y al mismo tiempo, nuestra naturaleza humana siempre nos hará a todos iguales. Una obra que no es de zombies como tales, pero realmente genial.
Apocalipsis Z Los días oscuros es de hecho la secuela de Apocalipsis Z escrita por Manel Loureiro, un libro bastante interesante que nos muestra el mundo postapocalipsis zombie en Europa a través de los ojos de sobrevivientes españoles, para alguien que vive en México es genial poder leer una obra que de entrada está escrita en el idioma original y que conserva mucho del sentido original de su estilo y prosa, asimismo siempre es genial poder sentirse de alguna manera identificado con los personajes. No es la mejor trama del mundo pero los actos no son aburridos y de hecho hay uno o dos capítulos que puedo calificar de impresionantes. No es el mejor pero qué esperábamos de un abogado escritor.
La Guía de superviviencia zombie no es una novela, es literalmente lo que dice su título. Un manual para poder sobrevivir mientras sucede y en lo que pasa el apocalipsis zombie. Es una curiosidad bastante buena, muy bien escrita por Max Brooks, llamativa y curiosa. Si ya leíste Guerra Mundial Z más vale también echarle un ojo a la guía de superviviencia.
Cell, de Stephen King no es una novela de zombies, sin ánimo de contar nada importante puedo comentar que sus personajes están en un estado similar al zombie pero no califican como tal. Es una novela asombrosa porque narra desde el comienzo del "evento" hasta sus consecuencias finales y la evolución de las mismas. Me encanta King porque es un escritor que sabe crear personajes y a través de sus ojos llevarnos por un viaje terrorífico de angustia pero también de mucho valor humano. Cell es una de mis obras favoritas de Stephen King y aunque yo insisto n que no es de zombies se confunde fácilmente con el género. Yo diría que son reanimados, o algo por el estilo. Valioso sólo por ser de King, genial por ser de reanimados.
Pride and Prejudice and Zombies de Seth Grahame-Smith es una obra entretenida que mezcla parte de la novela original de Jane Austen con zombies al más puro estilo de Orson el cerdito en la granja (de las caricaturas de Garfield) cuando les contaba historias a los polluelos y ellos decían "qué aparescan unos ninjas" y así sucedía. No tiene gran valor literario pero es realmente divertido. En el mundo de los comics se les llaman Elseworlds, o en Marvel se llaman What If...
Hay muchos más, algunos que tengo en mi lista de espera y que espero leer en los próximos meses como Autumn de David Moody, Fell Cargo de Dan Abnett (zombies y piratas), y la trilogía Zombie de David Wellington (Zombie Island, Zombie Nation y Zombie Planet), La Casa de Bernarda Alba Zombie, The Wizard of Oz Zombie, Brains: A Zombie Diary y las secuelas de Pride and Prejudice and Zombies (Dawn of the dreadfuls y Dreadful ever after).

lunes, 9 de mayo de 2011

Paradigmas sociales en torno al Planeta de los Simios.

Terminé recientemente de leer El Planeta de Los Simios del autor francés Pierre Boulle y quedé sorprendido de la crítica social que hace sobre los paradigmas de la sociedad. La siguiente reflexión narra la obra de manera parcial, enfocándome a las partes que me llamaron la atención como profesor de métodos. Verán, el método científico es el gran descubrimiento del hombre, significa que tenemos un patrón, un modelo, para hacer las cosas y obtener resultados con el mínimo de variantes. Los paradigmas científicos se basan en las teorías que devienen del método científico establecido por uno o más investigadores que llevaron a cabo estudios que luego pueden ser repetibles y aplicables a la generalidad.
Pero nunca había imaginado que el grueso de la gente no tiene idea, ni le importa en ocasiones, cómo es que llegamos a esos paradigmas, de dónde surge el conocimiento que ya está establecido y tomámos las verdades que nos han enseñado como únicas sin siquiera dudar de ellas. Boulle en el planeta de los simios a través de una intrincada explicación nos expone que en algún momento, quizá a través de experimentos biológicos, los humanos provocan en los simios la conciencia e inteligencia. Una vez que ellos son capaces de discernir y emprender deciden rebelarse contra sus "captores", liberándose de un sojuzgamiento de cientos de años, del que ahora son concientes.
Una vez emprendida dicha revolución, los seres humanos son desplasados a los bosques y selvas (de donde vienen los simios, invirtiendo irónicamente los roles) y los simios, ahora inteligentes y dueños de la civilización se enfrentan al problema de erigir, controlar y coordinar un nuevo orden social y ¿cómo lo hacen? como buenos simios que son (razón por la que Boulle elije estos animales para su metáfora) lo hacen a través de la imitación. Así que la sociedad simia prosigue con una sociedad basada enteramente en la humana, adquiriendo todas sus características.
Entonces los simios de laboratorio, comienzan a tratar de la misma manera a los seres humanos ¿no es acaso un método ya comprobado? Boulle pasa entonces a explorar lo que sucedería si de toda la sociedad simia sólo unos pocos, una minoría muy reducida, son seres con pensamiento no solo inteligente, aún más importante: crítico y creativo. Los gorilas son excelentes administradores, y escriben libros al respecto, pero todo aquello es sibre el mismo tema, variantes de teorías ya escritas antes. Los orangutanes tienen una memoria prodigiosa, así que son excelentes copistas y guardianes del "conocimiento" encargados de transmitirlo a los jóvenes simios de las generaciones venideras.Pero el único pensamiento creativo, surgido de posiciones críticas viene de los chimpancés, y de sólo unos pocos de ellos que luchan contra las ideas ya establecidas que mantienen cómodamente en sus puestos y jerarquías a los gorilas y orangutanes.
El atraso de la sociedad simia que en los últimos mil años (según la novela) no ha tenido avances considerables y que sólo han repetido los mismo modelos durante cientos de años se debe precisamente a que su naturaleza simiesca los lleva a una vida de cómoda imitación, de reproducción del arte y los medios de producción mas no a una dialéctica, crítica y creativa donde la ciencia y el método estén para cambiar, adaptar y evolucionar con los nuevos paradigmas. Zira y Cornelius se ven atrapados por una sociedad que no desea cambiar porque no se da cuenta que todo su quehacer social es un símil, una eterna repetición sin reflexión ni más sentido que el de proseguir con una vida cómoda, porque los simios no se han dado cuenta que viven un facsimil de sus antepasados, viven en la inercia total de una existencia sin sentido de dirección ni de origen, establecidos en el presente, contentos con las ganancias, pero sin riqueza espiritual, sin evolución de mente.
Será que esa es la mejor manera de vivir. Un paradigma social de reproducción y repetición sin sentido trascendental. Trabajar para obtener satisfactores materiales, riquezas, actividades de solaz y esparcimiento, beneficios cuantificables así como los cualitativos, hay que descansar luego de estar todos los días repitiendo lo que nuestros antecesores hicieron, porque además hay que disfrutarlo mientras dure, ya que mañana vendrá otro igual a nosotros a seguir el mismo trabajo.
Quizá Boulle quiere decirnos que debemos ser más reflexivos, proactivos frente a los paradigmas, que si bien no tiene nada de malo desarrollar una vida de actividades laborales y de diversión, sí debemos mantener la menta abierta a los nuevos descubrimientos, que deberíamos ser más críticos y por consecuencia creativos, comenzando con nosotros mismo y luego, con nuestro entorno. Si somos producto del entorno entonces para que haya verdadero progreso debemos estar en constante análisis del entorno para transformarlo y que no sea siempre el mismo, ergo, que no seamos siempre los mismos.
Con actitud crítica y creativa, de nosotros mismos, de nuestro entorno, de nuestros ritos, tradiciones y demás modelos paradigmáticos que hacen de nuestra vida un transcurrir que podría tener sólo un poco más de sentido y podría con el tiempo modificarse y evolucionar, con tan sólo pensar ¿estoy como simio repitiendo lo que alguien antes de mí, estaba haciendo? o lo estoy repitiendo porque es útil, porque tiene significado, sentido y enriquece mi ser. Porque es producto del método científico pero pensado y reflexionado, antes de ser simplemente adpotado y tomado porque otro supuestamente "más inteligente" ya lo comprobó. Esa es, finalmente, la característica que hace del método científico un rasgo racional, inteligente, crítico y creativo... que se puede (y debe) comprobar.

domingo, 8 de mayo de 2011

Adaptaciones

Tuve unos días de descanso que invertí entre otras cosas en ver unas películas y leer unos libros. Dos ejemplos de ambos rúbros resaltan y me tienen reflexionando hace un rato. The Oxford Murders, de Alex de la Iglesia, basado en el libro del argentino Guillermo Martínez y Perdita Durango, del mismo director basada en la novela de Barry Gifford (guionista de filmes como Lost Highway). Ambas novelas con sus respectivas adaptaciones me presentaron un fenómeno poco común: La adaptación no sólo era muy buena, el guión llegó en momentos a superar la obra literaria.
Son dos lenguajes bien distintos el cinematográfico y el literario. En el segundo el escritor debe tener en cuenta que para poder crear en el lector una imagen debe tener la habilidad de describir, no necesariamente con detalle, los mundos en los que se desarrolla la historia. Depende del estilo y el gusto del lector, a mí me desagradan mucho las novelas de J. J. Benítez por su atención enfermiza al detalle, donde la historia poco se mueve debido a que la descripción específica de los elementos que rodean y componen la escena que describe. Prefiero un libro cuya historia se desarrolla con agilidad sin importar cuántos actos o personajes pueda involucrar.
Es el caso de Pérez Galdós, Dickens, Rice, Vonnegut entre otros, sus descripciones están supeditadas a la acción y llevan a la concatenación de una serie de actos. Son obras que pueden ser muy detalladas por lo intrínseco de la trama, la cantidad de personajes y las características psicológicas de ellos, pero más importante aún, la historia "se mueve". Es por eso que el cine es del gusto de casi todo mundo mientras que la literatura sigue siendo menos popular. El cine muestra al personaje sin que tengamos qué hacer el esfuerzo de imaginarlo al leer su descripción, esto incluye todo el sonido, su voz, su andar, su manerismo; en menos de dos horas (normalmente) podemos ver el desarrollo de una historia completa que avanza con dinamismo.
Crímenes Imperceptibles resulta un libro ameno, que narra la historia de un Chileno en Oxford inmiscuido en un momento de la universidad (y la población) en que una serie de asesinatos misteriosos comienzan a darse coincidiendo con su llegada. Rodeado de un espíritu matemático, debido a que el protagonista y su co-protagonista son matemáticos, se mencionan varias teorías y autores matemáticos de interés. Es un buen libro, maneja excelentemente el misterio, mantiene el interés del lector y no es ripioso.
El filme sin embargo nos muestra monólogos (y diálogos) de los protagonistas donde reflexionan en torno a las teorías matemáticas que en el libro sólo se mencionan, lo que aparenta un opuesto al modelo básico que establece que el libro suele ser más detallado. Tal vez sea que dichos diálogos estaban para explicar las teorías mientras que en la novela se asume que el lector sabrá de qué se habla y sin embargo no veo por qué no se han de llevar a cabo en la novela como Eco lo hace en El Péndulo de Foucault donde se explica, por ejemplo, toda la historia de los Templarios o la explicación sobre el nombre de la computadora Abulafia.
Ambos medios están para narrar historias, de pmanera personal lo que me agrada es que la narración fluya, que los personajes se muevan (aún si jamñas dejan su locación geográfica) y el mensaje sea transmitido sin que sea obvio, en el caso de Crímenes Imperceptibles y The Oxford Murders ambos medios lo logran, lo que es de llamar la atención es que la novela tenga menos detalles que el filme.
Pasemos a Perdita Durango, la novela de Gifford nos narra la historia sencilla pero irresistible de una joven de 24 años en busca de aventuras, siniestras y llenas de violencia, en su andar aventurero se encuentra con Romeo Dolorosa quien es un brujo de santería lo que atrae a Perdita a una aventura siniestra y extremadamente violenta. Dolorosa por parte de un primo acepta un trabajo ilegal que involucra contrabando y la historia se entreteje uniendo las vidas de todos los participantes en un andar de terror, sexo y muerte. La obra está completamente llena de pequeñas anécdotas que cuenta sobre todo Dolorosa y esta metadiégesis hace que la obra transcurra muy rapidamente, sin embargo no se centra demasiado ene xplciar los leit motifs de los personajes, son violentos, son lo que son y hacen lo que hacen. Sin más nada.
En el filme, De La Iglesia les da mucha más forma a los personajes, están más delineados que en la novela, quizá porque Gifford no se toma mucho tiempo en describir físicamente a los personajes secundarios centrandose en una breve pero clara descripción física de Perdita y Dolorosa. Los personajes secundarios en el filme tienen mayor profundidad y ejercen una mayor influencia en el entramado de los actos y sucesos que contruyen toda la aventura. Quizá por eso me parece que el filme es mejor, es una narración con mayor estructura y complejidad mientras que el libro es un pequeño Pulp que parece una novela de entregas para revista de adultos.
Finalmente creo que ese es el quid de esta reflexión cinematográfica. Son medios bien distintos, cuentan historias de manera diferente y si bien los eventos y perosnajes son los mismos, el resultado siempre va a diferir el uno del otro. Creo que concluyendo a priori, una buena adaptación es aquella que respeta los personajes originales, no quita ni pone nuevos si bien los adapta, es decir, Perdita se viste distinto en el Pulp, tiene un loo de femme fatal latina, mas es en esencia la misma Perdita en papel que celuloide. También es una buena adaptación aquella que respeta los actos, es decir, los eventos clave que desatan las motivaciones y acciones del filme, que es lo que hacen que se muevan los personajes y que la historia avance. Si tenemos a los mismos personajes, con las mismas motivaciones y los eventos clave que desatan las acciones, tenemos entonces una buena adaptación de la obra lietararia al cine.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Rollerball y la figura del individuo en la sociedad de consumo.

Se estrenó en 1975 en las salas de cine de Estados Unidos de norteamérica y unos años después de convertía en un clásico de la ciemcia ficción para hoy tener estatus de película de culto. Sigue siendo ciencia, si bien política y social, aunque la parte de ficción es la que ya estoy dudando. Hay que haberla visto para tener un mejor entendimiento de esta pequeña reflexión, no es necesario, pero está llena de spoilers. A partir del siguiente párrafo es desición del lector continuar.
En el año 2018 las naciones no existen, el mundo es "perfecto", todo está a cargo de las Corporaciones, cada corporación en ciertas áreas del planeta se dedica a una sola cosa. En Houston (ya no tiene el Texas porque en este oren mundial ya no hay estados) está la Corporación de la Energía, una de las más importantes ya que está dedicada solamente a abastecer de energia al mundo. Cada Corporación se rige por una Junta Ejecutiva y son quienes toman todas las desiciones. Incluso si un miembro de la Junta Ejecutiva debe ser despedido o transferido a otros puestos (promoción o democión).
Este orden corporativo rige bajo la total automatización del mundo. No hay libros, gracias a la Corporación de la Información todos los libros han sido capturados electrónicamente y literalmente resumidos para que la gente tenga sólo la información esencial (nada que ver con, no sé, wikipedia), así mismo existe una entidad computarizada que es la que da las respuestas, breves, concisas y editadas, a todas las preguntas (no creo que google pueda ser similar), pero si no tienes dudas es porque las Coproraciones te dan todo, no necesitas nada. No hay desempleo, no hay carestía. Las Juntas Ejecutivas deciden por ti todo.
Cada Corporación tiene un equipo deportivo que practica el único deporte y espectáculo que se transmite en multivisión a todo el mundo: Rollerball. Houston, hogar de la Coporación Energética tiene el mejor equipo de Rollerball en la historia, y lo es gracias a Jonathan E.
Rollerball es un deporte de contacto que se desarrolla en una pista redonda similar a la de ciclismo de unas cncuenta yardas de diámetro. Cada equipo consta de 10 jugadores, tres motociclistas, dos catchers, y cinco patinadores todos con equipo de protección y guantes con spikes; el objetivo es tomar una bola de acero e intentar anotar en un cono magnético introduciendo ahí la bola. El equipo contrario debe detener al jugador, y aunque hay penalidades por golpes y violencia estas penas sólo se otorgan cuando dicha violencia no es para detener al jugador que tiene la bola. Las muertes en los partidos son normales, y no son penadas si suceden bajo las "reglas" del Rollerball.
Rollerball fue creado por las corporaciones para mantener a la gente entretenida, para mantener juegos de guerra (la guerra como tal ya no existe) y sobre todo, para demostrar que el esfuerzo individual es inútil. Sólo es trabajo en equipo puede sacarnos adelante. Las corporaciones no tienen rostro, las juntas ejectivas no son una persona tomando desiciones. Son entidades abstractas, el individuo no existe, Rollerball es igual. Hasta que llega Jonathan E., quien es el mejor jugador en toda la historia del deporte, con el mayor número de anotaciones, heridos y muertes en el juego. Jonathan vivía para el juego, tanto que no prestaba atención a su esposa. Un Eejecutivo se interesó en ella y una junta directiva decidió quitárle la esposa a Jonathan y transferirla al Ejecutivo. Jonathan vive en total estado de duda ¿por qué me quitaron a mi esposa? La corporación le da novias cada seis meses. Dedicado sólo al Rollerball su mundo realmente se termina cuando el Ejecutivo en jefe de la junta directiva de Houston le dice que se tomó la desición de retirarlo. Jonathan comienza a hacer preguntas ¿por qué deciden ahora quitarle lo único que sabe hacer? Jamás llega a la conciencia de que él representa el esfuerzo individual. Así que decide no retirarse y la Corporación decide muy administrativamente que lo más sencillo para resolver el problema es hacerlo que pierda. Publicamente.
Se van modificando las reglas partido a partido, pero Jonathan sólo sabe hacer una cosa. Jugar Rollerball, y gana partido tras partido. Cuando llega la final, se decide que dicho encuentro no tendrá regla alguna, eso significa que se juagará a la muerte. Hasta que el último jugador quede en pie. Jonathan pide ver a su exesposa, y le expone sus dudas ¿por qué la corporación me quita las cosas que quiero? y ella le hace ver que a ella jamás la quiso, nunca estaba con ella, siempre estaba jugando, siendo el mejor. Esto lleva a Jonathan a su única toma de conciencia, él ES el mejor rollerballer del mundo, así que decide morir en lo que más ama. Finalmente la corporación hará que Jonathan pierda y mostrará al público, a trabajadores y consumidores que el esfuerzo individual es futil. No contaban con que el último jugador en pie, sería Jonathan E., quien maltrecho y ensangrentado patina hasta el cono de anotación e introduce la bola de acero dejando el marcador cero a uno, Houston y a todo el estadio, coreando su nombre.

A mí me quedó claro algo. Yo creo que el esfuerzo individual no tiene valor. No en una sociedad corporativa ¡y ya vivimos en una! las desiciones no las tomamos nosotros. La democracia es un juego como el de Rolleball, y los deportes son Rollerball. Sin embargo, Jonathan es el claro ejemplo de esa persona que tiene una serie de características únicas y realmente raras, excepcionales, en primerísimo lugar TALENTO, nadie puede destacar sin un equipo, a menos que tenga el talento sumado de los miembros de un equipo; además de tener la voluntad absoluta de querer desarrollar dicho talento y realizar lo que mejor hace hasta sus últimas consecuencias. Jonathan E. no supo plenamente por qué jugó el último juego de Rollerball, pero tenía una meta: ganar. Porque además ganando demostraba a la junta ejecutiva que podrían quitarle todo. Menos su talento. Somos lo que hacemos, y si tenemos el talento para hacerlo, nadie, nunca, podrá quitarnos el resultado de ese trabajo. Jonathan pudo haber tirado la bola al final y darle la espalda al juego para filosóficamente darles una cachetada con guante blanco y probarle al mundo entero que Rollerball no importaba, que era sólo un espectáculo manipulador. Pero patinó hasta la portería y anotó el punto ganador. Rollerball sí era importante, esencial, para ÉL, porque lo definía.
El esfuerzo individual tendrá ese efecto, es un excelente ejemplo, pero directamente no le sirve a los demás. Es un acto de realización personal. Jonathan ganó el juego supremo de Rollerball, sirvió de ejemplo, pero nada más. El único verdadero ganador, fue únicamente él. Podría escribir aquí que eso es lo importante. Pero desde mi punto de vista, no lo es. Creo que si el mundo es corporativo, debemos entonces de jugar en equipo, no individualmente. El esfuerzo individual es vano, es futil, hay que trabajar juntos. Ah, pero aquí les dejo esta inquisición ¿qué tan "bueno" es vivir en un mundo corporativo? Porque no hay espacio en una sociedad de consumo, corporativizada, para los talentos. Para la realización personal, para el mejor rolleballer de la historia. Para la oportunidad de superarlo.
Irónicamente la sociedad actual maneja los talentos individuales (deportivos claro, pero también "artísticos" y de otros rubros de "éxito") pero principalmente para establecer arquetipos de consumo, no tanto para que busquemos ser el talento. La sociedad actual a diferencia de la que se ve en Rollerball quiere que aspiremos a ser los mejores para admiración y perpetuación del círculo talento-admirador-aspirante, no en primer lugar para la realización personal. Queremos ser Jonathan E. no para ser lo que nacimos para ser. La sociedad corporativa quiere que seas el póster de un producto, el representante de toda una gama de productos y servicios que debes consumir para que aspires (y trabajes en ocasiones) a ser como esos talentos. Piénsenlo dos minutos. Ser el mejor en lo que nacimos para ser sólo sirve a una persona, a nosotros. Todo lo demás es vanidad, o bien, trabajo en equipo. Verdadero trabajo en equipo. Al final no tengo ninguna conclusión, de verdad, no es ni bueno ni malo ser el mejor en lo que nacimos para ser mejores, sólo es adecuado o inadecuado, dependiendo de dónde estés desarrollándote. Es, sin embargo, innegable que vivimos en una sociedad corporativa, de consumo, y que los telentos hoy en día sirven en primer lugar al objetivo del consumo, sin que sea el único objetivo. Tampoco puedo negar que esos talentos son inspiracionales y ejemplo de trabajo que motiva al desarrollo.
Cuál es la intensión de mejorarnos. De ser el último rollerballer en la pista. Lo hacemos por nosotros mismos o porque lo decidieron por nosotros, porque nos dijeron que hay que serlo, porque ganamos algo por serlo, porque gana alguien más algo al serlo... o sencillamente porque eso somos.

miércoles, 13 de abril de 2011

Comunicación y redes sociales

Hace unos días concluí de manera quizá abrupta que las redes sociales no son medios para comunicarse. Específicamente dije que twitter no es un medio de comunicación y que no puede el ser humano comunicarse a través de ellas. Fui debatido al respecto y eso fue muy bueno, porque pasé entonces a reflexionar si mi percepción estaba fundamentada. Repasé una par de libros, unos cuantos artículos que había y leído e incluso uno que otro que no había aún visto. Luego lo llevé al áula y mi hipótesis fue expuesta ante dos grupos de licenciatura que estudian Comunicación para ver si ellos coincidían con mis hallazgos.

Imagina que vas caminando por la calle y que ves una roca en el camino. El fenómeno de ver la roca por sí mismo no sirve de mucho si no puedes entender a niveles de conciencia y cognitivos lo que sucederá bajo dicha circunstancia. Tu mente entonces a través de una operación sencilla toma una desición, y actuas en consecuencia. Todo ese fenómeno tan simple, tan sencillo, requiere de una comunicación. La vista como medio y canal de comunicación brindó la información necesaria para que en un acto de comunicación intrapersonal pudieras tomar una desición y evitar, quizá, tropezar o incluso lastimarte.
Ahora imagina un invidente. Esta persona no tiene el medio de comunicación que mencionaba arriba. Cómo puede entonces percibir su realidad y comunicarsela a sí mismo, entablar esa comunicación interpresonal de interpretación de los signos que le rodean. Seguramente que su comunicación interpersonal podría llamarse deficiente, de ahí el antigüo (y hoy satanizado) término, minusvaluado. Sin embargo este sujeto tiene una herramienta en su haber. Un bastón (ver imagen). Ese bastón le permite transmitir la información suficiente a su sentido del tacto para compensar una deficiencia y establecer un canal de comunicación con su entorno. Es a través del bastón que él puede (ver) percibir la roca y cerrar el circuito de la comunicación (intrapersonal) y con esos datos tomar la misma desición que una persona sin dicha discapacidad.
En fenomenología a los instrumentos como el bastón del ciego, se le llaman extensiones. Es decir, un artificio que no es un canal natural de percepción (y comunicación) que extiende nuestro cuerpo y funciona como un apéndice receptor de datos. Es por eso que las discapacidades de los minusválidos se convierten en capacidades y el valor, aunque debatible, se revigoriza.
Ahora, imagina que eres parte de un círculo social. Todos tus amigos de la Universidad con quienes te desvelaste, te fuiste de pachanga, te sentaste en el mismo salón o incluso aquellos con los que nunca compartiste áula pero platicaban contigo entre clase y clase. Gente con la que intercambiabas experiencias personales, escolares, sociales, sentimentales, etc. Recuerdas cómo podías a traves de los canales de tus sentidos interpretar cuando tu mejor amigo o amiga estaba pasando por momento difíciles. Cuando el tono de su voz lo decía todo, cuando la manera en que te miraba comunicaba felicidad, o cuando sabías que algo le dolía por su andar. Imagina que estás con una pareja imaginaria (o real) y percibes algo anormal y le preguntas con un tono de voz consternado, o curioso, quizá inquisitivo "qué tienes" y el interlocutor te mira de reojo, sin mover las manos, con un tono de voz umbrío y seco "nada".
En comunicación a la percepción de todos esos factores se llama Registro. La palabra lo dice todo, registras cada detalle (si eres observador y aún si no), todo tu cuerpo es un receptor, un canal, un medio a través del cual recibes la comunicación externa de otro ser y además realizas tus propias interpretaciones vía tu comunicación interpresonal. Lo normal es pensar "chín, y ahora que hice". Eso es comunicación humana, para mí define la esencia primordial de la comunicación, es donde comienza todo y de ahí podemos ya irnos tan lejos como queramos, pero todo comienza ahí. En el ser humano y su capacidad para percibir su entorno comunicacional y los mensajes que capta.
Dentro del círculo social sabemos cantidad de cosas sobre las personas que conforman dicha red gracias a nuestra capacidad para interpretar los datos que percibimos, no sólo en los factores descritos anteriormente, sino en otros como la pronunciación de las palabras, el timbre de voz, la entonación y acento, la ropa en un sentido longitudinal (a través del día y de las semanas) y de las actitudes. Conoces a la gente más allá de lo que te dicen sólo con palabras. Gracias a que la comunicación humana se da a través de los seis sentidos. Vista, oído, tacto, gusto, olfato y conciencia.
Cuando nos transformamos en un ser virtual sustituímos todos nuestros sentidos por una extensión mecánica. Nos volvemos invidentes. El móvil, la lap top, la computadora de escritorio se convierten en extensiones, pero tienen una desventaja frente a las extensiones de personas discapacitadas, la extensión electrónica no tiene contacto directo con la realidad. El bastón toca la roca. La computadora no. Lo que vemos y oímos (porque ni olemos ni tocamos) ni siquiera son reales, son una representación de la realidad. Una foto mía no soy yo, es tinta en un papel que a través de los colores mezclados crean una representación visual de mi persona. Lo mismo en la pantalla con pixeles. Excepto por los videos y las grabaciones sonoras, las computadores nos discapacitan para percibir la realidad, y aún así, los videos y grabaciones sonoras pueden ser editados pero ese no es el punto, estableceremos que los videos y el audio (grabados o en tiempo real) no son laterados.
Imagina ahora a esa pareja chateando, o twiteando, o mandándose mensajes vía alguna red social (electrónica). Serán sólo caractéres, signos lingüisticos despojados de toda infrmación que podamos registrar más allá del lenguaje escrito y además, escrito con faltas de ortografía y mala gramática en la mayoría de los casos. Esta es mi hipótesis, ninguna red social podrá jamás establecer entre dos personas una comunicación humana con el grado de riqueza que brinda la comunicación interpersonal cara a cara, en videoconferencia, por teléfono o similares. Incluso en las últimas eliminamos muchos factores como el climático, el contextual y en el caso telefónico todo el visual. Mi planteamiento es que hay grados de interpretación de la comunicación, que son proporcionales a la calidad de la misma de acuerdo al uso de las extensiones comunicativas electrónicas que demeritan la experiencia y asimismo la comunicación misma.
Por lo tanto, a través de las redes sociales bien podemos intercambiar mensajes (que es una comunicación, pero ¿de qué calidad, de qué tipo y con qué valor?) pero no podemos comunicarnos humanamente. Las redes sociales no son medios de comunicación, a lo que añado, humana. Se contradice ya que el usuario es humano, pero aclarado el sentido en el que uso dicha expresión continuamos a mi siguiente exposición sobre el caso.
Las redes sociales ofrecen datos sobre las personas igual que lo hace una monografía escolar. Trabajaba en una papelería en mi adolescencia y me pedían la biografía de Benito Juárez y era más completa en su escueta exposición del proser oaxaqueño que las biografías de las personas que encuentro en las diversas redes sociales, específicamente, face book. Dicha red ni siquiera ofrece datos que enriquescan la experiencia de "conocer" a una persona. Yo sé cuando un alumno mío sale con una niña o cuando ella lo deja porque aparece en su estatus de face book "fulano está en una relación con mengana" y para el otro caso "mengana ya es soltera" pero jamás hay un estatus de "fulano ya no es un huevón y hace las tareas" que sólo sabes por convivir con ellos. Ni dice que mengano es un mamón, aunque así lo quieres y de hecho es lo genial de ese individuo, por eso es tu cuate, vaya.
No podemos conocer gente en redes sociales. Esa es una frase falsa, y filosóficamente ridícula "lo conocí por face book". Imposible. Tengo años de convivir con amigos y no conozco todo sobre ellos, pero sin exagerar, no puedo conocer a quien jamás he visto o a quien he visto esporádicamente, con quien jamás he entablado una comunicación [humana]. Yo no conozco a nadie de twitter o face book con quien no haya intercambiado comunicación estable vis a vis. Hay compañeros de trabajo que he visto en los pasillos con quien intercambio un "buenos días" de quien no sé absolutamente nada.
Aunado a todo lo anterior está el asunto de la transeccionalidad de la comunicación. Cuando hablamos (cara a cara, por videoconferencia o por teléfono) la comunicación se desarrolla en un momento de determinada duración a través del tiempo sin interrupciones, es longitudinal. Mientras que el chat, y los mensajes en redes sociales con siempre intermitentes. Una colección de momentos rellenos de pausas y silencios, es una comunicación transeccional. Lo que demerita la calidad de comprensión y entendimiento.
Esta reflexión no está en contra del uso de las redes sociales (que son además una excelente herramienta de mercadeo), sería incongruente de mi parte que tengo no sólo este blog sino otros más, más de una cuenta en twitter y un perfil de face book. Piensen en el invidente con su bastón, imaginen que en lugar de ver la roca con sus detalles, el color, la forma, la textura... sólo la perciben a través de un instrumento. Sí, es comunicación, pero los datos que faltan demeritan el grado de comprensión y no poder entender los mensajes merma los aspectos cognitivos del ser humano. El fenómeno de la percepción es uno de importancia mayúscula en la conformación psicológica y cognitiva del ser humano, define como se comunica con el mundo que le rodea y las actitudes que emanan de ello.
El uso de las redes sociales debe ser uno reflexionado, meditado y por qué no, mediado. Deberíamos pensar un poco sobre qué uso les estamos dando y cómo afectan nuestra percpeción (y relación) de las personas.
También expuse en clase sobre este mismo tema enfocado a mercadeo y consumo, pero será tema para otra entrada y otro día.
Les dejaría un saludo, pero no los conozco y sería una urbanidad más que una cortesía. Lo cortés se lleva a cabo entre seres humanos. La urbanidad es sólo un protocolo lleno de modismos sociales.

miércoles, 6 de abril de 2011

Síndrome de Caperuza

Hoy por la mañana pensaba en el daño espantoso que le provoca Disney a cierto grupo vulnerable de niñas en México. No sé de otros países, Mattelart es francés y en su libro Para Leer al Pato Donald ya hace un análisis bastante concienzudo e ilustrativo sobre las ideas subliminales y otras veces no tan escondidas de la ideología Disney que bajo poca o nula supervisión podrían causar que la percepción de los niños, específicamente las niñas, se torne poco realista.
El síndrome de la Caperuza Roja es similar al de Superman. Cómo es que nadie se da cuenta que Clark Kent es Superman con anteojos, lo que podría ser posible si pensamos que Superman no entra al oxxo a comprar un refresco y ahí podemos verlo y luego reconocerlo como su alter ego. Si lo vemos siempre a lo lejos volando, o tienes un encuentro con él bajo situaciones de estrés es bien posible que si llegaras a encontrarte al reportero (lo que también implausible) ates cabos y dés con la identidad secreta.
En el caso de la Caperuza estamos hablando de una persona que tiene frente a sí a un ser que conoce y reconoce y elige a través la una pulsión no verlo. Una pulsión es un proceso somático que resulta  de la representación de un determinado estímulo en la vida mental del individuo. La función de la pulsión es facilitar al organismo la satisfacción psíquica que se produce al anular una condición o estímlo somático negativo. Para ello cuenta con una capacidad energética capaz de orientarse hacia el objeto cuya consecución remueve o anula la condición o estímulo doloroso, provocando así placer.
La pulsión es la que le hace ver a la gente en una mancha informe una figura religiosa, pero a niveles más alarmantes de percepción de la realidad puede hacer que una niña espera a su príncipe azul durante años, y que un día en lugar de ver a un hombre común y corriente (en el mejor de los casos) vea a su príncipe azul, más grave es cuando es un patán consumado y aún así elige ver al príncipe.
Todos conocemos el caso de la chica que comenzando sus veintes cae enamorada de un tipo que la ve dispuesta a darlo todo y él en plena disposición de quitarle todo hará lo posible por hacerla creer en el cuento de hadas de la primera para obtener su satisfacción, en ocasiones incluso llegando a creer la pulsión de ella. Lo que resulta normalmente en un desencanto, primero de él ya que nunca fue su pulsión, y luego de ella, quien no siempre logra superar ese desencanto eligiendo una vida de ostracismo. Refugiadas tras una fachada de felicidad por la vía del trabajo, algún hobbie, sus amistades o el hecho de pensar simplemente que así está bien.
Eso lleva al síndrome del avestruz, pero no es el punto en que estoy reflexionando.
El síndrome de la caperuza es el de la mujer que enfrentada a la realidad de un lobo elige ver a la abuelita. Por alguna razón que desconozco (no soy psicólogo) esas mujeres eligen estar con una persona que sin necesidad de representar un daño inminente tienen todos los rasgos de una fisonomía moral que las llevará a ser comidad por el lobo, bajo la premisa pulsasional de que cambiará.
La fisonomía moral de una persona está determinada por la fuerza de sus principios, que residen dentro de su ser. Sus actos pueden llegar a contradecirse mas las tendencias de comportamiento de acuerdo a sus principios siepre estarán por encima de los detalles. El lobo no es lobo por los detalles, es lobo por la forma. No siempre está en los detalles el averiguar la fisonomía moral de una persona, porque el detalle es vestirse idéntico a la abuela para parecer ella. Pero bajo los detalles está la forma ineludible del lobo.
Las princesas de Disney tienen tanto que ver con esa idea, con la conformación de los estímulos apropiados para crear una pulsión somática positiva ecaminada a ver una abuelita, alguien conocido, familiar e inofensivo, en lugar de ver a un lobo disfrazado que representa un futuro riesgoso y dañino.
De ninguna manera quiero que nuestros niños crezcan con ideas negativas o peor, concientes de la maldad del mundo. Creo firmemente que los niños deben permanecer hasta cierta edad ignorantes de los males de los que son capaces los seres humanos. Pero estoy en contra de que se les creen mundos inexistentes. Hay tantas cosas buenas en el mundo sin necesidad de crear estímulos fantásticos que los lleven a crecer con una tendencia marcada a evitar los estímulos negativos al grado de convertirlos en positivos. Las cosas son lo que son. Las hay buenas, las malas y una infinita cantidad de niveles intermedios. No creo que sea correcto no poder juzgarlos lo mejor que podamos. El objetivo de todo es muy simple, poder enfrentar las situaciones que se te presenten de la manera más adecuada.
Una psique sana, una percepción normal, debe poder juzgar entre un lobo, una abuela, y un lobo vestido de abuela, pero jamás creer que el lobo vestido de abuela es la abuela. 
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martes, 29 de marzo de 2011

eBooks

Hace más años de los que puedo contar comencé un viaje increíble al mundo de la literatura y desde aquellos ayéres no me he detenido, si bien por momentos el flujo de libros baja o sube dependiendo de factores como el estado de ánimo o bien el tiempo del que dispongo. La lectura es una adicción, el ejercicio de las letras es incansable y una vez que sabes hacerlo no hay marcha atrás.
Hay que saber leer, es mi premisa. Tener la capacidad de descifrar los signos lingüísticos no te da de inmediato una chaqueta de cuero, látigo y un fedora para poder adentrarte a la jungla de las ideas de un autor, requiere de entrenamiento, arduo, constante, disciplinado pero increíblemente placentero, satisfactorio y gratificante. Como cualquier actividad que requiere de tiempo, energía y voluntad es un ejercicio, que debe de realizarse con regularidad para dominarse.
Una vez que tienes la condición para enfrentar los retos de las oraciones y las ideas, descubres mundos ilimitados llenos de conceptos variopintos que no puedes dejar ya de hacer tuyos, encontrando que tienes preferencias por este o aquel estilo, por uno u otro tema y te encontrarás buscando más textos que satisfagan tus necesidades de hambre de letras.
Una de las mejores opciones hoy en día para saciar esta hambre son los aparatos electrónicos que permiten leer libros en formatos digitales. Dicho de manera más sencilla, los eReaders para eBooks, o en español, los lectores electrónicos para libros digitales. El primer formato digital que pudo albergar un libro entero con un peso decente —haciéndolo portátil— fue el pdf de Adobe. Sin embargo hoy el formato más aceptado, mucho más versátil y ligero es el ePub (electronic publication).
Si bien aún tiene sus desventajas, como el hecho de que no soporta comics, es el formato más aceptado para publicaciones libres, es decir, que no está sujeto a un lector específico como los archivos de Kindle, o los del Sony Reader. Imaginen las tarjetas de memoria de sus cámaras, el ePub es el equivalente a la tarjeta SD, mientras que Kodak o Sony manejan sus propias tarjetas de memoria que no son utilizables en otros aparatos limitando su versatilidad enormemente.
La experiencia de leer en un lector electrónico al principio es extraña, quizá hasta difícil. Hay un periodo de adaptación al peso del aparato, aunque que pesa lo mismo que una novela de 300 páginas pero mucho más delgada. Pasas un rato acostumbrándote a ver una pantalla en lugar de la superficie de una hoja de papel y hay un sentimiento definitivamente ajeno al aparato los primeros días. Nuestra mente nos dice constantemente que sostienes en la mano un celular, o una tablet. Hasta que de repente estás leyendo con la acostumbrada rapidez,  gozo y agilidad de un libro.
Para mí ha sido una ventaja especial poder subrayar párrafos, citas, líneas de diálogo, etc y aún mejor poder escribir notas personales en torno a las secciones subrayadas mismas que puedes ocultar para que otro lector no "sufra" con tus anotaciones y marcas. Puedo buscar mis propias notas y secciones realzadas así como palabras, capítulos e incluso palabras en el diccionario integrado del aparato. La experiencia de lectura se ha convertido para mí en algo ya cotidiano, normal, cual si fuera un libro de papel.
Una de las ventajas innegables del aparato es poder conseguir libros a menos precio e incluso de forma gratuita. Mucha gente piensa que sólo hay libros disponibles en inglés, lo que es un error. Hay raudales de publicaciones en español así como en otros idiomas (francés, alemán, portugués), lo mismo revistas y publicaciones científicas. Es un aparatito increíble, ya que  —yo personalmente— traigo en la Nook mis comics (he dejado ya de comprarlos impresos), mis notas y algunos libros para mis clases, ya que la Nook tiene compatibilidad total con cualquier documento de Office o de Open Office y docentas de novelas y algunos ensayos, muchos de los cuales no se consiguen en México.
Asimismo existen ya softwares gratuitos para formatear documentos de word y pdf al formato ePub e incluso softwares para la creación de los mismos, que requieren de pequeñas habilidades de programación. Los comics en mi caso lo único que tengo que hacer es darme el tiempo de imprimirlos en PDF para poder cargarlos a la Nook, lo que no es difícil. No necesita de un software (como el iTunes) ya que funciona como una memoria flash y la batería a mí me dura cinco días con dos o tres horas diarias de lectura. Incluye Web Browser y conexión WiFi que es un extra genial, aunque mina la duración de la batería.
Mi lector electrónico de libros se ha convertido en un aparato escencial en mi vida como lector (y como profesor), no voy a negar jamás el hecho de que un libro impreso es hermoso, el aroma del papel (sobre todo en libros viejos), la sensación del gramaje en tus dedos, el sonido de la hoja al ser pasada... sin embargo, las ventajas que ofrece el eReader son equiparables, quizá superiores, a las del libro electrónico y negarlo, por romántico que sea, no es de lectores sensatos.


viernes, 4 de marzo de 2011

Crueldad

Es un hecho innegable que la crueldad sólo puede ser ejercida por los seres humanos. La palabra derivada del latín cruor significa sangre, mas no aquella que transporta oxígeno del corazón a todas las células del cuerpo, sino aquella que mana de las heridas provocadas. Los griegos y romanos usaban dicho vocablo para referisrse a los sacrificios dionisios de toros y animales, así como para aquellos hombres que precisamente por su crueldad infligían heridas en sus contrincantes ya sea en batalla o bien el la arena de los gladiadores. La crueldad entonces es la capacidad que tiene uns er humano de causar daño intensionado a otro ser. Lo interesante de esto es que es un acto que así como sólo deviene del ser humano sólo puede ser interpretado por el ser humano. Es decir, para pode identificar un acto cruel sólo aquellos que lo conocen pueden reconocerlo.
La intensión es otro concepto que viene al caso ya que en la Ética, el estudio de las acciones del ser humano, se pueden reconocer dos actos principales: El natural (ir al baño, estornudar, etc.) y los llamados "del hombre" cuya diferencia esencial es la intensión. Los actos que llevan a cabo todos los seres vivos ya sea por instinto o por necesidad carecen de intensionalidad si bien no de finalidad. Aristóteles hablaba de la esencia de las cosas vía su fin (Teleología), sin embargo la intensión es cuando deliberadamente realizamos un acto concientes de que de manera directa o bien desencadenando otros actos más, obtendremos un resultado esperado, meditado, razonado.
La Celestina, de Antonio de Rojas, es un claro ejemplo de la intensión reflejado en la compleja trama que teje la protagonista para saciar su codicia y completar sus fines a través de la manupilación de las variables que le rodean, sobre todo con el uso de los premios y castigos en torno a las personas involucradas en algo que parece tan simple como un enamorado, Calixto, que desea obtener a la mujer, Melibea, a como dé lugar. Qué mejor ejemplo que el misterioso benefactor de Philip Parrip, el redimido Magwitch quien bienintensionado le brinda a Pip sus Espectativas para éste averiguar que la Señorita Havisham tenía a su vez sus propia agenda malintensionada basada en una vida amargada y enfocada precisamente a la crueldad.
El meollo del asunto es que estos personajes llegan a un momento en que son concientes de que han sido tratados con crueldad por uno o más agentes malintensionados que urdieron complejas maquinaciones para sus sórdidos fines, algunos de ellos reaccionando de manera vindicativa ante la conciencia de la crueldad ejercida sobre sus personas. La crueldad es un elemento clave en la tragedia y el drama, es uno de los antivalores esenciales para el exiempla del siglo de Oro español (Lazarillo de Tormes, La Lozana andaluza, Buscón don Pablos, etc.) y elemento pertinaz del tatro helénico que permea la obra teatral hasta nuestros días (Ifigenia de Racine). Así que si bien es algo enteramente negativo, la humanidad no puede aprender a ser misericodriosa y benevolente sin conocer la crueldad en sus formas dramáticas, literarias, teatrales y artísticas...

Originalmente este iba a ser un escrito sobre la crueldad hacia los animales, pero mis lecturas me llevaron por el camino de la reflexión en torno a la crueldad humana en la obra literaria y teatral (que se considera también literaria, pero debe distinguirse); quizá la siguiente entrada del blog finalmente se centre en por qué la crueldad hacia los animales es sólo cruel porque nosotros la percibimos, no porque la fauna la comprenda.

viernes, 18 de febrero de 2011

Veinte minutos.




Hace un par de días me sentí el profesor más frustrado de todo el país. Quizá porque soy el tipo de educador que realmente cree en su trabajo, y cuando me enfrento a un bonche de adolescentes que arrojan mi trabajo por la ventana eso puede traer consecuencias nefastas a mi ánimo.
Podría pensar que es resultado de haber dado la clase de metodología para la maestría en administración y que el nivel de mis clases estaba donde me gusta, o quizá que tengo buenos grupos a nivel licenciatura. Soy, como queda en evidencia, un profesor multifacético.
A los "prepos" les doy clases por dos razones que quedan escritas en un orden porque la gramática lo requiere pero que no tienen jerarquía, por servicio y por dinero. Me veo como un servidor, alguien que proporciona a la sociedad un servicio aún si es en una institución educativa privada y mi trabajo es brindar una edcuación académica que construya personas críticas, autodidáctas y con un nivel cultural que refleje el nivel académico de alguien que está previo a entrar a una carrera profesional.
Oh desilución. La frase clave fue "me veo", y he descubierto algo que seguramente no es el hilo negro ni brindará ninguna herramienta de optimización del proceso enseñanza-aprendizaje, mucho menos hará conciente a quien lo lea. Pero me desahogo. Mi hallazgo consiste en la total carencia de mis alumnos para "verse" en un futuro no mayor a veinte minutos. La mayor parte de ellos no tiene aspiración alguna, ambición o metas, ya no digamos proyectos. Me aventuro a afirmar que no han jugado a "qué quieres ser de grande".
Cuando niño yo quise ser biólogo marino porque tuve algunos libros de peces y fáuna marina que me motivaron a la tierna edad de unos seis años a desear el contacto prolongado con dicho ecosistema. Mi gusto por los dinosaurios me llevó más adelante a anhelar una carrera trabajando con fósiles y así, la idea de ser paleontólogo estuvo en mi mente un tiempo para ser sustituída por la clara noción de ser historietista. Me dediqué en alma y mente a ello varios años para encontrarme con poco talento y un par de callejones sin salida.
Dicha frustración me llevó a un par de vueltas en U y algunos rodeos académicos que me trajeron diversidad de conocimientos aunado aun par de habilidades nada despreciables así como algunas competencias laboralmente inútiles. Todavía hace unos cuantos años mi formación formal académica estaba ya en fases de concretación (mas nunca conclusión) y todo porque quería ser tantas cosas, hacer tantas actividades y al mismo tiempo esclavo de las circunstancias y el predeterminismo en todas sus facetas.
Pero mis alumnos no aspiran a ser alguien, ni quieren hacer algo y están vacíos de sueños en cuanto respecta a su desempeño socio-laboral. No tengo uno solo que sueñe con dibujar una historieta, hacer un filme, grabar un programa de radio y mucho menos escribir un libro, mínimamente un cuento. Dentro de sus seres no habita la ambición (no confundir con la codicia) ni hay imágenes de ellos mismos realizando actos ni complejos ni simples. Aspiran a las cosas más mundanas, groseras y empobrecedoras: a tener dinero, cosas que compraron con él y que la gente les admire por ello.
Eso con los muchachos, las chicas a veces no aspiran ni a tener cosas, muy procupadas en verse bonitas (cuyos parámetros de bonita carecen de marco referencial) y por averiguar si el novio las engaña cuando lo tienen, y de conseguir uno cuando no lo tienen. Estos seres humanos que ocilan entre los 16 y los 18 años no tienen sueños, ni anhelos y tampoco ilusiones. No generan imágenes mentales donde se puedan proyectar haciendo cosas maravillosas -para sí- como descubrir un nuevo dinosaurio o realizar una macroserie de comics de 24 números que desemboque en un filme animado musicalizado con orquesta sinfónica y una banda de heavy metal.
Soy un servidor, doy clases, he estado estudiando toda mi vida de manera formal pero sobre todo informal en donde he podido y como he podido. Aprovechando las oportunidades que me ha presentado el destino en la medida de mi interés y mi energía. Sigo sin soltar algunos de mis sueños de infancia y confío ciegamente en tener más vida que proyectos aún si llegue a viejo y jamás haya podido descubrir un dinosaurio desconocido hasta entonces. Pero es un golpe, en ocasiones muy duro, no poder imbuir a los muchachos de esa fuerza que te motiva a buscar realizar todo lo que imaginas, tenerlo en tus manos, frente a ti y sentirte bien contigo mismo de haberlo logrado para pasar al siguiente proyecto. De la maravilla que es encontrar proyectos no planeados que enriquecen tu vida. De lo hermoso que es "verte" a ti mismo haciendo todo lo imaginable sin sentirse frustrado por no haber viajado 20,000 leguas bajo el mar.
Como tantos otros proyectos seguir a diario intentando que los muchachos tengas aspiraciones es algo que quizá no vea realizado; a pesar de los golpes ocasionales me satisface tener la oportunidad de intentarlo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Un país de niños.

Yo no tengo idea de qué es Top Gear, ahora conozco que existe dicho show británico, pero sigo ignorando qué es. Básicamente porque para conocer algo debes tener contacto constante con dicho objeto/sujeto o fenómeno; así que lo primero que atrapó mi atención fue que un clip de menos de tres minutos fuese juzgado de inmediato. Es común que critiquemos sin fundamento alguno, cuando la crítica como ejercicio debe ser un acto de análisis en primer instancia. Para realizar dicho análisis debemos conocer el objeto de estudio, es método científico básico. Asimismo hay que tener un marco teórico, un modelo de análisis y un modelo de interpretación también. De lo contrario se convierte en un acto ambigüo, infundado, basado en conjeturas cuyo único valor es el de la opinión, que merece respeto, pero ninguno que le dé validez crítica.
Pero como dicen los norteamericanos "everyone's a critic", y las opiniones se convierten en teorías de análisis. La TV mexicana está plagada de programas cuyos integrantes se dedican a eso, a dar opiniones y que se ofenden si osas poner en duda sus métodos los cuales si bien son un método no son epistemológicamente validos, es decir, el periodísmo es un ejercicio de la ciencia de la comunicación, así como al complejo proceso de producción mediática y deberían regirse por los principios de dicha ciencia. Sus escuetos acercamientos a la interpretación de hechos son siempre parciales, tendenciosos y adolecen en absoluto de un criterio neutral. Obvio, cuando no haces las cosas seriamente y pones "de tu costal" se convierte en una llana opinión, para citar otro dicho común norteamericano sobre las opiniones "everybody's got one".
México no tiene telediarios, todos de alguna u otra forma ofrecen siempre su "punto de vista" lo que hace realmente complicada la interpetación y manejo de la información recibida. Al menos para quienes queremos la información como datos para aplicarlos a nuestra realidad, precisamente escogiendo el uso y la consecuencia del mismo. Sin embargo no sucede así en nuestro país donde la información es objeto de un regurguitamiento por parte de los "comunicadores" quienes dan siempre un giro de perspectiva sin que ello ofenda al televidente quien parece engullir como pájaro reción salido del cascarón datos muchas veces inñutiles pero con ese toque de "oye deveras, eso está mal" sin que nos den oportunidad de hacer nuestro propio juicio de valor.
La informción que se genera a diaro en el Globo es tal que no podemos sino buscarla para su uso y procesamiento a través de medios alternativos como lo son las ediciones electrónicas de revistas y periódicos que ofrecen su informacón vía el Internet, aunado a un uso pragmático de twitter. Espacios reservados para aquellas personas que quieren depurar el flujo de información que reciben o que sencillamente se senten insultados cada que un conductor de telediario (o peor, de un insulso show de "espectáculos") se indigna porque en un programa de televisión extranjero, que no conoce ni se dignó investigar, se hizo un chiste e inadvertidamente se rompió un protocolo de diplomacia internacional.
Habiendo una crisis socio-política en un país lejano que nos afecta por su repercusión en la bolsa de valores mundial, aunado al enorme impacto en los paradigmas sociales y mediáticos que pueden ser de importante influencia en nuestros propios modelos sociales de usos y costumbres, la agenda mediática mexicana nos tiene viendo una versión editada de una previo clip parcial, de un programa de televisión que no conocemos ni comprendemos en voz de una serie de conductores que se dicen acólitos del trabajo periodístico aun si en realidad parece que tienen sus estudios de televisión en la Ciudad de los Niños y juegan a la producción de televisión y a hacer periodismo.
Más me indigna que los televidentes son, quizá, aún más inmaduros que el trabajo periodístico que se lleva a cabo en las dos principales televisoras del país. Un país con una televisión pueril, cuya audiencia responde a los contenidos mediáticos de países más maduros de manera inmadura a causa de su crasa ignorancia.

El mejor lugar para leer.

El mejor lugar para leer.
Quien no entre al baño con una buena revista o libro ¿a qué entra?