miércoles, 19 de marzo de 2008

Día Zeta Parte I

Es media noche, a lo lejos se escuchan ladrar unos perros, unos minutos después todo el vecindario está lleno de ladridos. Nadie le da importancia, ha sucedido antes. Eventualmente se van a callar. Se escucha un auto partir a toda velocidad; algún borracho. Se escuchan unas detonaciones, qué fiesta tan escandalosa están armando. Amanece y el ambiente está en calma, la gente que se levanta temprano a eso de las cinco y media está tomando un baño, escucha las noticias de la capital y el país, en algunas casas se fríen huevos, en otras sólo se escuchan pasos apurados que buscan llaves, documentos ¿dónde quedó el fólder azul? Son alrededor de las seis de la mañana y las banquetas se comienzan a llenar de pasos. Se perciben autos que están siendo calentados y a lo lejos se escucha el primer camión de gas con su espantoso perifoneo. La tonada monótona, reverberante y sorda no cesa pero el sonido no avanza por la calle como hace unos minutos. Se cierran algunos garajes y el movimiento debería comenzar, mas los autos siguen estacionados frente a sus casas. Algunos no llegaron a la parada de la combi, otros se quedaron esperando un microbús que simplemente no llegó. La fiesta ruidosa de anoche, con los perros, los cuetes, el auto, fue estruendosa; hay sangre en una banqueta ¿dónde está la policía? No han pasado ni diez minutos y con el infernal jingle del gas al fondo, se escucha un grito que te enfría la sangre.

1 comentario:

Manu dijo...

Genial, sé qué relato es, sólo que cuando lo leí todavía no lo terminabas del todo. Esperaré ansiosamente la continuación, está muy, muy chingón.

El mejor lugar para leer.

El mejor lugar para leer.
Quien no entre al baño con una buena revista o libro ¿a qué entra?