Hace más años de los que puedo contar comencé un viaje increíble al mundo de la literatura y desde aquellos ayéres no me he detenido, si bien por momentos el flujo de libros baja o sube dependiendo de factores como el estado de ánimo o bien el tiempo del que dispongo. La lectura es una adicción, el ejercicio de las letras es incansable y una vez que sabes hacerlo no hay marcha atrás.
Hay que saber leer, es mi premisa. Tener la capacidad de descifrar los signos lingüísticos no te da de inmediato una chaqueta de cuero, látigo y un fedora para poder adentrarte a la jungla de las ideas de un autor, requiere de entrenamiento, arduo, constante, disciplinado pero increíblemente placentero, satisfactorio y gratificante. Como cualquier actividad que requiere de tiempo, energía y voluntad es un ejercicio, que debe de realizarse con regularidad para dominarse.
Una vez que tienes la condición para enfrentar los retos de las oraciones y las ideas, descubres mundos ilimitados llenos de conceptos variopintos que no puedes dejar ya de hacer tuyos, encontrando que tienes preferencias por este o aquel estilo, por uno u otro tema y te encontrarás buscando más textos que satisfagan tus necesidades de hambre de letras.
Si bien aún tiene sus desventajas, como el hecho de que no soporta comics, es el formato más aceptado para publicaciones libres, es decir, que no está sujeto a un lector específico como los archivos de Kindle, o los del Sony Reader. Imaginen las tarjetas de memoria de sus cámaras, el ePub es el equivalente a la tarjeta SD, mientras que Kodak o Sony manejan sus propias tarjetas de memoria que no son utilizables en otros aparatos limitando su versatilidad enormemente.
La experiencia de leer en un lector electrónico al principio es extraña, quizá hasta difícil. Hay un periodo de adaptación al peso del aparato, aunque que pesa lo mismo que una novela de 300 páginas pero mucho más delgada. Pasas un rato acostumbrándote a ver una pantalla en lugar de la superficie de una hoja de papel y hay un sentimiento definitivamente ajeno al aparato los primeros días. Nuestra mente nos dice constantemente que sostienes en la mano un celular, o una tablet. Hasta que de repente estás leyendo con la acostumbrada rapidez, gozo y agilidad de un libro.
Para mí ha sido una ventaja especial poder subrayar párrafos, citas, líneas de diálogo, etc y aún mejor poder escribir notas personales en torno a las secciones subrayadas mismas que puedes ocultar para que otro lector no "sufra" con tus anotaciones y marcas. Puedo buscar mis propias notas y secciones realzadas así como palabras, capítulos e incluso palabras en el diccionario integrado del aparato. La experiencia de lectura se ha convertido para mí en algo ya cotidiano, normal, cual si fuera un libro de papel.
Una de las ventajas innegables del aparato es poder conseguir libros a menos precio e incluso de forma gratuita. Mucha gente piensa que sólo hay libros disponibles en inglés, lo que es un error. Hay raudales de publicaciones en español así como en otros idiomas (francés, alemán, portugués), lo mismo revistas y publicaciones científicas. Es un aparatito increíble, ya que —yo personalmente— traigo en la Nook mis comics (he dejado ya de comprarlos impresos), mis notas y algunos libros para mis clases, ya que la Nook tiene compatibilidad total con cualquier documento de Office o de Open Office y docentas de novelas y algunos ensayos, muchos de los cuales no se consiguen en México.
Asimismo existen ya softwares gratuitos para formatear documentos de word y pdf al formato ePub e incluso softwares para la creación de los mismos, que requieren de pequeñas habilidades de programación. Los comics en mi caso lo único que tengo que hacer es darme el tiempo de imprimirlos en PDF para poder cargarlos a la Nook, lo que no es difícil. No necesita de un software (como el iTunes) ya que funciona como una memoria flash y la batería a mí me dura cinco días con dos o tres horas diarias de lectura. Incluye Web Browser y conexión WiFi que es un extra genial, aunque mina la duración de la batería.
Mi lector electrónico de libros se ha convertido en un aparato escencial en mi vida como lector (y como profesor), no voy a negar jamás el hecho de que un libro impreso es hermoso, el aroma del papel (sobre todo en libros viejos), la sensación del gramaje en tus dedos, el sonido de la hoja al ser pasada... sin embargo, las ventajas que ofrece el eReader son equiparables, quizá superiores, a las del libro electrónico y negarlo, por romántico que sea, no es de lectores sensatos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario