
El desconocido que salió del auto estaba ahora sobre el policía mordiéndole la cara, la sangre salpicaba la banqueta. Un par de vecinas gritaron, el vecino con el cuchillo abrió un poco más la puerta de su casa, desde donde estaba no podía ver bien qué estaba pasando. El policía gordito gritó al desconocido que se detuviera y caminó con el arma en la mano hacía donde se encontraba, fue cuando el esposo de la señora en bata se abalanzó hacía él, su compañero de la herida en el cuello, que había dejado de sangrar, hizo lo mismo. Comenzaron a morder al oficial del bigotito en todo el cuerpo, arrancando pedazos de carne para después encajar en esas heridas sus dedos y comenzaron a arrancar pedazos de piel. Un vecino que miraba desde un segundo piso vomitó. El que traía el cuchillo de cocina simplemente se congeló.
1 comentario:
wow... mantuviste el suspenso hasta ahora, sólo hasta la quinta parte sospeché que "podría tratarse de un evento zombie", sin embargo, la historia parecía narrar un evento trágico, pero hasta cierto punto común, en una ciudad como el DF.
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